Mucho más que una «Primera Dama»

¿Porqué Michelle Obama es fuente de inspiración de tantas mujeres? Una documental de Netflix que la acompañó en la presentación de su biografía, «Mi Historia», da en gran medida la respuesta.

La esposa del ex presidente Norteamericano, Barack Obama, no es una más entre las 45 primeras damas que habitaron la Casa Blanca. El camino de superación, su concepción del rol de la mujer y de la participación política contra el status quo,; son algunas de las cuestiones que la hacen una personalidad especial.

Michelle recorrió 34 ciudades de Estados Unidos para exponer sobre el libro «Mi Historia«; la serie de Netflix que comentamos en estas líneas rescata esos rallies, pero además la muestran en interacción con su madre, su hermano, su esposo, sus hijas, los principales colaboradores y en múltiples reuniones con personas que la toman como referente.

Como luchar contra la «invisibilidad» a la que muchos se ven «castigados», le pregunta una mujer. «El poder está en una misma; no podemos darnos el lujo de esperar que el mundo sea igualitario, hay que actuar«, reflexiona Michelle Obama.

Pero a la vez, es necesario ser consciente de los orígenes, apunta: «Si vamos a llegar a alguna parte tenemos que declarar quienes somos o fuimos»; y recuerda que la abuela de su abuelo fue una esclava; y también que ella misma en la década del 70 palpó en Chicago como propietarios blancos masivamente vendieron sus casas yéndose a los suburbios cuando los negros se mudaron hacia allí.

Después evoca cuando aspiró y llegó a la universidad de Princeton y luego a Harvard, señalando que en muchas universidades existen acciones afirmativas (cupos) porque buscan la pluralidad de orígenes y es una herramienta que se puede utilizar.

Michelle, a poco de arribar a la Universidad de Princeton.

Claro que también se despacha sobre la desilusión de gente que reclama derechos pero no ejerce los que tiene, mencionando al respecto el poco entusiasmo de los votantes de color en la elección que consagró a Donald Trump como sucesor de Obama. «Pensamos que las personas eran más listas de lo que fueron, ahora estamos en una encrucijada sobre que queremos para nuestra nación», advierte; y más adelante comenta que quizá muchos pensaron que con la llegada de Obama al gobierno se entraba en una época pos-racial; pero el racismo es un problema mucho más profundo; y recordó la cantidad de negros (Michael Brown, Eric Gardner, Trevor Martin, entre otros) víctimas de la violencia policial como sistema.

Frente al tsunami

La película permite acceder al mundo más cercano de Michelle, cuando escucha «A God Licke you» de Kirk Franklin, y junto a su ayudante Melissa Winter ( a quien en cambio le gusta Barry Manilow) preparan la agenda, la presencia del hermano de la ex primera dama, Craig, sobre quien juguetea Michelle diciendo que era el preferido de su madre -que participa cerca de ella- y una visita a la casa donde vivieron con el padre de la biografiada quien murió cuando ella era joven, pero que la ayudo con sus consejos.

Una parte interesante desde el punto de vista humano del documental es cuando ella se refiere a los comienzos de su vinculo con Barack. Ella era una abogada con autoridad en el bufete esperando a él que se retrasa en la primera entrevista. «Un hombre negro cualquiera llega tarde el primer día», desliza ella, y desata las risas del auditorio en este caso en Washington.

Más seria, Michelle luego comenta que él tenía una personalidad fuerte; «era como un tsunami y yo no quería ser un apéndice de sus sueños«.

Y destaca como secreto de su bienestar en el aserto: «mi felicidad no depende de que él me hiciera feliz».

«Quería formar una familia, pero no ser apéndice de sus sueños»

En ese plano, precisa cuando tuvo que tomar la decisión de postergar su carrera en Derecho para criar a las hijas –Malia y Sasha– hasta que un día me di cuenta que yo estaba con las niñas y el haciendo gimnasia, «decidí entonces ir yo también al gimnasio».

En un momento la cámara sigue a Obama llevándole flores a su esposa al escenario, después de darle un beso le dice que hay cosas que él memora de otra manera e insinúa polemizar; ella lo ataja. «Es la presentación de mi libro». Otra vez risas. En un pasillo se escucha cuando él desliza: «Sos buena contando historias», aludiendo al modo en que analiza los acontecimientos.

En una reunión de mujeres, la protagonista central del libro y la película trata el tema de la moda y en que medida tenía que estar bien vestida como primera dama, algo que asocia con la mujeres de vida social en general y su relación con ropas y cosméticos. «La moda predomina en la imagen de una mujer; pero a la vestimenta hay que usarla, no ser víctima de ella».

Cerca del final hay un intercambio de Michelle Robinson (apellido de soltera) con una de sus hijas que le confiesa que llora cuando escucha un tema de Steve Wonder. Michelle había evocado que mientras habitaron la Casa Blanca las chicas tenían que hacer sus camas, además de no pedirle seguido ayuda a los mayordomos vestidos con smoking.

Hay también una referencia a la responsabilidad de un dirigente, que lejos de distenderse con el acceso a una esfera superior de poder se le exige más, porque, señala: «Cuanto más arriba vas (en un cargo o función), más alto tienes que estar«.

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