De cara a la segunda vuelta entre Massa y Milei, se reperfilan dos modelos de país

Como si fuera por efecto de un demihurgo, llamado ballotage, la política argentina quedó realineada en dos vectores ideológicos o cosmovisiones bien claras, con dos extremos en los vértices (aunque en el peronismo mucho más influyente y determinante a partir del resultado en la provincia de Buenos Aires) .

De un lado, el que expresa la candidatura de Sergio Massa, la visión de un país más estatista, proteccionista, pragmático en política exterior, fiscalista para mantener el esquema de subsidios y asistencia social, etcéteas.

Del otro, lado, el que postula a presidente Javier Milei, la idea de un país más abierto al mundo, con énfasis en las exportaciones, dispuesto a tomar riesgos, desinflando la burocracia, con una política exterior más ideológica vinculada a occidente, etcéteras.

En el extremo de La Libertad Avanza están quienes expresan las ideas libertarias o más «doctrinarias» (Bertie Benegas Lynch, Diana Mondino y parte del círculo que acompaña a Milei).

En tanto en el oficialismo, el kirchnerismo lejos de jugar un rol secundario preserva un enorme poder en el Congreso y en territorio bonaerense con la gobernación e intendencias.

Por lo tanto, en este caso, el ala más dura prácticamente es «socia» del massismo o Frente Renovador.

Massa se reunido con Kiccilof, el factor K central en Unión por la Patria

La implosión de Juntos

En cuanto a Juntos para el Cambio fue claro el «aporte» de la UCR y afines para darle la victoria a Massa en la primera vuelta (la mitad de los votos que respaldaron a Rodríguez Larreta, pegaron el salto a Unión por la Patria), sea por temor a Milei o por posturas más estatistas a las que ofrecía Patricia Bullrich; en tanto el PRO había jugado un rol ambiguo, con un Mauricio Macri que daba todas las señales de esperar el descenlace de la primera ronda para sellar una alianza con Milei.

A tal punto, que a 48 horas de contar los votos Macri recibió en su domicilio a Milei y Bullrich (con otros protagonistas secundarios) siendo el mismo ex presidente -entre 2015/19- quien invitó a ese encuentro; o sea Macri se instaló como una especie de «garante» del candidato libertario.

Meme de Milei, simboliza el apoyo de Bullrich

Ayer fue una jornada caliente, aumentando los decibeles con los reproches de dirigentes de la UCR como Gerardo Morales acusando a Macri de traición, recibiendo como respuesta en el sentido que ellos juegan para Massa.

Buscando hacer equilibrio, Juntos tiene el poder de casi una decena de gobernadores quienes en principio optarían por la prescindencia, a la espera de negociar con quien resulte presidente.

En cuestión de ejercicio del poder, los críticos de Milei objetan cierto peligro de autoritarismo (quizá amenguado por el desembarco de parte de «la casta»); en el de Massa el de la demagogia (una deformación de la democracia) como su manual de estilo.

Volviendo a la cuestión de fondo; el sistema consiguió lo que una la definición en primera vuelta no hubiera logrado: Una clara división de aguas entre dos proyectos de país claramente diferenciados.

Segundo Figarillo

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