Cuando la codicia le gana a la memoria: Advierten sobre la «responsabilidad empresaria» para que el programa de Milei no pierda apoyo social y regrese el estatismo

El economista pro mercado, Gustavo Lazzari, le sugirió al presidente que intente persuadir a grandes empresas u oligopólicas (prepagas, petroleras, de luz y gas) para que se autolimiten en los aumentos; Daniel Montamat, experto en energía, sostiene que del éxito de la gestión Milei depende que socialmente se impongan las ideas liberales en Argentina, o haya un regreso al estatismo quizá peor que el anterior.

En términos del especialista en Regulaciones de los Servicios Públicos, Santiago Urbiztondo, el riesgo es que muchas veces «la codicia le gana a la memoria».

¿Y si las reformas de fondo que busca el gobierno en el plano administrativo, laboral, institucional, etc, pierden consenso por la ambición de compañías que cuentan con margen como para postergar la escalada de incrementos tarifarios?

Se está escuchando de boca de observadores de las más diversas tendencias: Hay empresas que quieren recuperar en cuatro meses lo que perdieron en los últimos veinte años.

El estatismo con un gasto público desmesurado, precios «pisados», tarifas subsidiadas (incluso para sectores pudientes) en las últimas dos décadas, originaron altos niveles de inflación y elevado déficit fiscal, ahogando al sector privado.

Javier Milei asumió con un programa de liberalización de la economía y desregulaciones, en un sendero de un Estado cada vez menos intervencionista, pero en el tránsito a esa reforma se asiste a una trepada de precios generalizada -en servicios y productos esenciales- que para muchas familias se torna insostenible.

El fenómeno se observa en diversos rubros, especialmente los poco expuestos a la competencia: el de la salud, combustibles y servicios públicos -como el gas o la luz-, en el caso de estos últimos cuyos costos impactan de lleno en el resto de la economía. Y están también los sectores de la industria concentrados, que cuentan con plafón como para moderar su política comercial

En el caso de la medicina prepaga, el ajuste impulsado por las empresas es de 40 % para el mes en curso y ya se adelantó que será del 30 % en febrero, poniendo a numerosas familias al borde de tener que salir del sistema, cuando las prestaciones de la salud pública son insuficientes.

De acuerdo al reajuste tarifario solicitado por Metrogas, con la quita de subsidios el gas tendría un incremento de entre 400 y 700 % (con distintas tarifas para residenciales o particulares en sus segmentaciones).

Según informes periodísticos para el gas se venía tomando un valor discrecional de referencia de 0,7 centavos de dólar el millón de BTU, mientras ahora se intentaría cobrar 4,1 dólares por la misma unidad, cuando -señala el periodista económico, Willy Kohan- el valor internacional actual es mucho menor.

El precio de la nafta se incrementó el 100 % entre diciembre y enero. Es cierto que los valores estaban muy atrasados, pero las petroleras adelantaron que habrá próximas subas.

Hay áreas en las que funciona adecuadamente el efecto oferta-demanda, y de conseguirse estabilizar la economía, reducir impuestos y frenar la inflación, podría -sumado a un boom inversor- permitir un paulatino crecimiento productivo. En el gobierno confían en que se pueda generar tal círculo virtuoso. La cuestión es si habrá tolerancia social ante el escenario al que se hace referencia en las líneas anteriores.

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Responsabilidad empresaria

Gustavo Lazzari, con una visión promercado, considera que a algunas grandes empresas les falta incluso “viveza” para manejarse en el actual contexto: “Les sacaron la ley de abastecimiento, hay un horizonte de libertad económica y de baja de impuestos ¿que necesidad hay de poner en riesgo un programa como el que impulsa Milei por la ambición de una desmesurada ganancia inmediata?»

En criterio de Lazzari, haría falta un contacto de Milei con los grandes empresarios para explicar lo que está en juego..

«Obviamente me refiero a apelar a la persuasión -subrayó el economista- porque para mí los precios son sagrados; como dueño de una Pyme subo y bajo los precios porque estoy sujeto a la competencia, a la oferta y la demanda constantes, pero hay una responsabilidad de los empresarios que podrían hacer una meseta con los precios, porque si el modelo se cae vuelve lo anterior».

En sentido similar, el consultor Daniel Montamat afirmó que «si el cambio que hoy encabeza Javier Milei fracasa, el populismo volverá a reincidir en políticas fallidas con eje en el pobrismo distributivo, y su contracara de capitalismo de amigos.».. En cambio, si el plan de estabilización comienza a bajar la fiebre inflacionaria, la adhesión social legitimará el avance de muchas reformas estructurales propuestas. En su criterio, una de las claves es tener un valor del dólar competitivo que favorezca las exportaciones.

En otro contexto, cuando este cronista le preguntó al especialista en Regulación de Servicios Públicos, Santiago Urbiztondo (cuando este último era economista jefe de FIEL) en tiempos de Néstor Kirchner, como se explicaba que los bonistas aceptaran acordar con el gobierno un pronto pago de las deudas, después de los incumplimientos a que habían sido sometidos por el estado, aquel –muy crítico de como manejaba el kirchnerismo la economía-, respondió: Es que muchas veces la codicia le gana a la memoria.

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