Jannik Sinner consiguió su primer Grand Slam en Melbourne, dando vuelta una final increíble ante el ruso Daniil Medvedev.

Italia -que de la mano de Sinner venía de obtener la Copa Davis a fines del año pasado- vuelve a estar en el primer plano del deporte de las raquetas. Desde Adriano Panatta en Roland Garros 76, que un itálico no obtenía un torneo de los cuatro Grandes.

Con 22 años, Sinner asoma detrás de Carlos Alcaraz, como las figuras de la nueva generación llamadas a tomar la posta del tenis mundial.

Un paseo por la vida del ragazzo, hincha del Milan, y admirador de Roger Federer

Los seguidores del circuito ATP, hace tiempo vienen dando cuenta de la escalada de tenistas de dos nacionalidades: Italia y Rusia; el primero con Matteo Berrettini y Sinner (que se sumaron al inoxidable Fabio Fognini que está en el cierre de su carrera) más el prometedor, aún inmaduro Lorenzo Musetti; y Rusia con Daniil Medvedev y Andrey Rublev (más irregular, pero entre el 15 y 20, oscila Kharen Khachanov).

A la vez, el crecimiento de Sinner sobre todo en la última temporada, generó la especulación acerca de si el italiano sería junto a Carlitos Alcaraz (20 años) las dos caras de la «Nueva Generación» en condiciones de suceder a los big three (Federer- Rafa Nadal- Novak Djokovic) de quienes solo el serbio sigue encaramado al punto que es el actual N 1 del mundo y mayor conquistador de Grand Slams.

Alcaraz ya tiene dos Majors en su haber (US Open y Wimbledon) y fue N 1 del mundo, su categoría y proyección es indiscutida, pero su caída en cuartos del AO -que acaba de concluir- (ante Alexander Zverev), dejó al español preocupado por lo disperso de su juego.

En el caso de Sinner, éste título en Melbourne viene a despejar las dudas. Ya era toda una señal haberle ganado recientemente dos veces a Djokovic (en el round robin del torneo de Maestros, que terminó obteniendo Nole) y por Copa Davis, a lo que se sumó una tercera victoria ante Nole el viernes pasado en semifinales del Abierto de Australia, sin embargo le faltaba conquistar un Major: lo que concretó ayer ¡Y de que modo!

Un dato anecdótico relacionado con lo anterior. Desde 2005 que el AO no quedaba en manos de alguien que no sea Djokovic (lo obtuvo 10 veces), Federer o Nadal.

Para tener un panorama del primer escalón tenis mundial, parece evidente que Djokovic- Alcaraz- Medvedev y Sinner están en el lote más elevado, hay un segundo lote que integran el griego Stefanos Tsitsipas, el alemán Zverev, Rublev, el noruego Casper Ruud (con altibajos) y el danés Huger Rune –la otra gran estrella de la joven generación– que estarían un paso detrás.

Antes de ir al desenlace del Ao 2024, puede subrayarse que en la carrera al campeonato, en segunda ronda Sinner se topó con el argentino Sebastián Báez, demostrando en ese partido que iba a ser muy difícil frenarlo.

El tenista de Billinghurst, provincia de Buenos Aires, puede estar tranquilo, pese a todo su esfuerzo, el italiano estaba «en la zona»; Báez junto a Tomás Etcheverry fueron los argentinos que más lejos llegaron, a tercera ronda; pero a veces el fixture hace de las suyas y al platense le tocó Djokovic.

Sinner y una remontada épica

Daniil Medvedev, número 3 del ránking mundial, llegaba a la instancia decisiva con muchas horas en cancha y de caminar por la cornisa tras una de las semifinales contra Sasha Zverev (dio vuelta un 0-2 en sets).

Su táctica para la final ante Sinner fue pararse sobre las líneas y con su juego heterodoxo (revoleo de drive y revés angulado dos manos) buscar que los puntos duren lo menos posible para arrinconar a su rival que venía quizá de otro tipo de agotamiento: el de haber derrotado a Djokovic en la otra semifinal, con lo que implica en muchos casos como relax inconsciente superar al 1 del mundo.

Medvedev, 27 años, llegaba con la experiencia de ya haber ganado un Grand Slam (US Open 2021), aunque pudo haber sentido el zumbido de una derrota en aquella definición del AO 2022 ante Rafa Nadal, después de haber obtenido el moscovita los dos primeros sets (algo que a la postre en el match de ayer le volvió a ocurrir)

La estrategia del ruso le sirvió para sacar diferencia por un doble 6-3 en los dos primeros sets, pero al cierre del tercero ya llegó con «poca nafta»; lo cual se notó sobre todo en el saque. En ese tercer y cuarto parcial ocurrió lo mismo: Sinner quebró al cierre de ambos para obtener sendos 6-4.

El italiano llegaba mucho más entero al quinto set, instancia en la que se evidenciaron todos sus progresos: movió a su adversario por los sectores de la cancha, variando la altura de la pelota lo que desgastó a Medvedev facilitando la definición tanto con tiros rectos como a contrapié.

Sinner obtuvo un nuevo break point rápido, y desde que se puso 4-2 mantuvo esa ventaja , concluyendo con un sentencioso drive paralelo, se tumbó en el piso y la emoción se dibujó en su rostro con el cabello rizado, anaranjado, desatando un festejo que el tenis italiano hace tiempo merecía.

En 3 horas, 45 minutos, el score de la final fue entonces en favor de Sinner por 3-6,3-6, 6-4, 6-4 y 6-3.

Jannik antes de empuñar una raqueta se destacó como practicante de sky, en la zona de Los Alpes, donde nació y se crió, llamada San Cándido, ciudad italiana que limita con Austria.

Su padre Johann es cheff y su mamá Siglinde camarera, manejaban unas cabañas. Jannik destacó como sus padres siempre lo alentaron a seguir su vocación como la del tenis que empezó a jugar en la Riviera italiana a donde se mudó la familia siendo él adolescente. Su hermano Mark se ocupa de asistir en un cuerpo de bomberos.

Jannik es hincha del Milan, cuenta que el tenis a diferencia del sky da posibilidades de recuperarse de una caída. Admira a Federer por la facilidad para jugar al tenis y la elegancia. «Me asombra lo relajado que estaba siempre, tanto dentro como fuera de la cancha. Tenía un gran equilibrio en los entrenamientos y en el tiempo libre, siempre fue mi referente”, dijo de Fed Express.

La formación tenística de Sinner fue en la academia de Ricardo Piatti, un prestigioso coach que acompañó en sus mejores años al croata Ivan Ljubicic.

Hace un tiempo que el campeón del Australian Open es entrenado por otro gran profesional como Daniel Cahill (entre otros asistió a André Agassi y a Lleyton Hewit).

Jannik hace cinco años obtuvo la Next Gen Finals (masters de menores de 21) y como profesional ya tiene 11 títulos ATP.

Tennis Italy

Para Italia es muy significativa la coronación de Sinner y es un premio a la cantidad de torneos para menores y challengers que se organizan es ese país que cuenta con uno de los campeonatos más tradicionales, el Masters 1000 de Roma.

Existe una verdadera estética del tenis italiano, caracterízados por la técnica en polvo de ladrillo y la garra; el pionero fue Nicola Petrangeli; le siguieron Panatta, Barazzutti, como señalamos Fognini; pero como en muchos lados del mundo la formación en cancha lenta se ha diversificado, y actualmente los jugadores se adaptan a todo tipo de superficies, incluso con grandes logros en rápidas, caso de Andreas Seppi, Berrettini (finalista de Wimbledon) y desde luego el propio Sinner.

Actualmente, más allá de Sinner y Berettini, otros dos italianos se destacan en el tour: Lorenzo Sonego (28) que demoró algo en madurar, pero con un semblante tranquilo y un juego técnico obtuvo alguna victorias resonantes; y sobre todo el mencionado Musetti de 21 años, juego explosivo, revés a una mano, se destaco en juniors, es taquillero, de la camada siguiente a la de Sinner, pero sin el equilibrio del personaje central de esta nota. De sentar cabeza podría tener un gran futuro. Como doblista, no se puede dejar de mencionar al veterano Simone Bolelli (38).

La repercusión del logro de Sinner en los medios italianos fue enorme, y para dentro de unos días está previsto que Sinner -junto a los otros integrantes del equipo de Copa Davis- sea recibido por el presidente, Sergio Mattarella. También recibió felicitaciones de la primera ministra, Giorgia Meloni, de otros tenistas italianas Flavia Pennetta, Francesca Schiavone, de otros países, y hasta del mismo Papa Francisco.

Aryna, imparable, otra vez en Australia

La bielorusa Aryna Sabalenka es avasallante, sobre todo en canchas rápidas; en sus partidos todo pasa por ella. Su potencia es descomunal, alguna vez lloró en un cambio de lado desbordada por sus dobles faltas, pero esos tiempos ya pasaron.

Aryna, número 2 del mundo, se quedó con el Abierto de Australia por segunda vez consecutiva; en esta edición sin ceder ni un solo set. O sea es bicampeona.

En la final del AO 2024 se impuso a la sorprendente china, Zheng Quinwen por 6-3 y 6-2 (el año pasado venció a Rybakina).

Sabalenka tiene el plus de su simpatía, sea por completo natural o con algo de marketing le hace bien al tenis, la manera en que lo vive, pese a ser muy competitiva, sacándole dramatismo al juego.

Siendo el gobierno de su país aliado a la Rusia de Putin, tuvo que atravesar la situación de no ser saludada por sus pares ucranianas; «ninguna persona quiere la guerra, si podríamos pararla lo haríamos, pero no está a nuestro alcance», dijo afligida.

Va a ser interesante su disputa con la N 1 del mundo, la polaca Iga Swiatek, como con la juvenil figura campeona del último USOpen, al norteamericana Coco Gauff y otra estadounidense, Jessica Pegula.

El circuito de la WTA, está abierto a sorpresas.