De invitado al torneo más importante de nuestro país (porque no le daba el ranking para ingresar directamente), a quedarse con el primer ATP de su carrera; Facundo Díaz Acosta se quedó con el título sin ceder ni un solo set, superando en la final al chileno, Nicolás Jarry (que había eliminado el día anterior al N 2 del mundo, Carlos Alcaraz) por 6-4 y 6-3.
Con éste título, Díaz Acosta asciende a top 60, lo que le permite ingresar directamente en grandes torneos y ser parte de la representación argentina en los próximos Juegos Olímpicos de París.
El factor mental (trabajado con un coach), acompañando un juego en evolución y las variantes estratégicas en cada partido, fueron claves de semejante éxito.
Pinceladas de la edición 24 del certámen disputado en el Buenos Aires Lawn Tennis (BALTC)
Facundo Díaz Acosta lleva su nombre adosado a medallas olímpicas: la plateada (en singles) y la dorada en dobles (junto a Sebastián Báez) que ganó en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, siendo muy joven en 2018, y también la de oro obtenida en los Panamericanos de Santiago de Chile, el año pasado; en el medio de ambas épocas, se hizo viral su imagen pegándole desde un colchón a una pelotita contra la pared, durante la pandemia, cuando cargado de dudas pensaba en su destino.
A inicios de éste Argentina Open, con Carlos Alcaraz presentado como figura estelar, Stanislav Wawrinka (que no es el mismo que ganó 3 Grand Slam, pero siempre es peligroso) y los varios argentinos que estaban en el ranking por sobre él, pocos tenían en el radar a Díaz Acosta.
Sin embargo, para los seguidores del mundo de las raquetas había señales sobre el potencial del tenista de Vicente López, de 23 años, sobre todo por la escalada de la temporada pasada en la cual obtuvo cuatro challengers, y un buen comienzo de 2014, perdiendo en cinco sets (6-4 en el quinto) en el Australian Open con el top ten Taylor Fritz, campeón ayer del otro ATP 250 de la semana en Delray Beach.
Su equipo técnico con Mariano Monachesi (de la academia que conduce junto a Mariano Hood), su preparador físico Jorge Rodríguez, el coach psicológico Federico García Berro y el kinesiólogo Diego Méndez son esenciales en el presente de Facundo.
Precisamente Rodríguez, un especialista, de enorme trayectoria en nuestro deporte nos venía hablando -al menos desde hace un par de años- del crecimiento del pupilo en varias dimensiones.
Semana mágica
Es un ejercicio apasionante, descubrir que un jugador está en la zona y ver como va escalando la pirámide.
Fue el caso de Díaz Acosta en este Argentina Open 2024 que arrancó dejando en el camino a Daniel Altmaier un jugador alemán muy técnico, revés a una mano, coacheado por Luli Mancini; luego al argentino actualmente mejor rankeado, Fran Cerúndolo; a contunuación se las vió con Dusan Lajovic -serbio experimentado, al que Díaz Acosta desbordó tácticamente- para en semifinales dar cuenta de Fede Coria (que venía de un desempeño formidable ante Báez) hasta vérselas en la definición con Jarry, el espigado chileno (que muchos comparan en semblante, servicio y drive con Juan Martín Del Potro) que venía de eliminar a Wawrinka, y de manera inesperada a Alcaraz en semifinales.
A todos, Facundo Díaz Acosta, les ganó sin necesitar de un tercer set.
Los fundamentos
Hubo algo que se notó en toda la semana, el modo en que Díaz Acosta respiraba en los descansos, o buscando concentración, relajánose entre punto y punto; como mentalizado en tratar de asumir cada tanto del mismo modo; no prescindiendo del escenario, sino nutriéndose de él (Facundo comentó en conferencia de prensa que le vino a mientes cuando jugó en el mismo court central del Buenos Aires Lawn Tennis aquellos Juegos de la Juventud).
En cada compromiso, Díaz Acosta se manejó con el patrón de su juego (variando los tiros con efectos moviendo al oponente, sin desordenarse) ajustándolo de acuerdo al rival.
Así explicó Facundo la importancia de haber sumado un coach mental, justamente después de la pandemia: «Trato de escaparme un poquito del momento -con respiración y meditación, cerrando los ojos-, pero a la vez situarme en el presente; tener los pensamientos firmes y que no se me vayan a cualquier lado”.
En la definición ante Jarry (tan correcto en su talante como su abuelo, el gran tenista de los 70 Jaime Fillol), mostró el nivel de los partidos anteriores y pronto despejó las dudas respecto a la presión que pudiera sentir en la instancia decisiva ante más de 5500 espectadores presentes en el estadio Guillermo Vilas.
El zurdo argentino, que hizo los primeros peldaños en el club Comercio, de entrada cargó el juego sobre el revés de Jarry, quien a poco de empezar lució errático. Incluso, su mejor golpe, la derecha muchas veces quedó en la red.
En definitiva fue Jarry (21 del mundo) quien sintió el peso de salir como favorito, algo que nos confirmó el ex tenista argentino Horacio De la Peña, vía X. «Sí, Nico se cargó de presión dado que en los papeles la final era más para él».
«La idea era intentar jugar puntos largos, que Jarry no pueda pegar firme y definir en uno o dos intentos», comentó Monachesi tras el match.
Y ocurrió así, Díaz Acosta consiguió jugar profundo, y de ese modo impedir la ofensiva del chileno.
En el primer set, el jugador de La Lucila, formado en El Comercio, quebró en el cuarto game para adelantarse 3-1, Jarry no pudo recuperar el break y el parcial se cerró por 6-4.
El trasandino, que en el campeonato se venía destacando por su saque, volvió a perderlo al inicio de la segunda manga.
Luego vinieron momentos de lucimiento para el argentino, jugando drops y tiros a contrapié advirtiendo impresiciones de su rival que estuvo por volver a ceder el saque en sus dos siguientes games de servicio, pero pudo defenderlos y todo el dramatismo pasó al game a la postre definitivo. Sirviendo 5-3, Díaz Acosta quedó con tres match points a favor (40-0), entonces el chileno dejò el resto igualando, consiguiendo incluso un punto de break, pero Díaz Acosta resistió los embates y dispuso de tres match point poniendo el telón de cierre en el sexto punto para partido cuando se fue largo un drive de Jarry y entonces el héroe del Buenos Aires Open se tomó la cabeza, como no pudiéndolo creer.
«Todavía no caigo. Jugué muy bien, en algunos partidos sufrí un poco, pero pude seguir enfocado, fue una semana increíble, jugué el mejor tenis de mi vida«, dijo el campeón después de la final; en tanto Jarry destacó el peso que llevaba la pelota del argentino.
Díaz Acosta se constituyó en el sexto tenista argentino en ganar el ATP de Buenos Aires, después de Guillermo Coria (2004), Gastón Gaudio (2005), Juan Mónaco (2007), David Nalbandian (2008) y Diego Schwartzman (2021) el cuarto argentino en ranking (59) detrás de Francisco Cerúndolo(22) ,Tomás Martín Etcheverry (27) Sebastían Baez (30).
«Estoy todavía en shock, más cuando veo la lista de ganadores, ya voy a dimensionar lo que ocurrió», dijo el humilde realizador de sueños.
Díaz Acosta es el cuarto argentino en ranking (59) detrñas de F. Cerúndolo(22), Tomás Etcheverry (27) Báez (30) y en el ATP 500 de Río de Janeiro, le tocaría debutar pasado mañana ante Stan Wawrinka. Porque el show de la ATP, debe continuar.
Cuadro de singles del IEB+ Argentina Open:
Hubo polémica por el alto costo de las entradas, lo que amerituaría una nota aparte; la explicación que se dió pasa por los costos de traer figuras internacionales y hubo quienes esbozaron que se trata de un evento pensado para empresas y corporaciones. El fin de semana asistió bastante público, porque en definitiva son costos que un sector del público puede afrontar (por ejemplo abonando con tarjetas de crédito), pero se corre el riesgo de alejar al público masivo que desde la irrupción de Guillermo Vilas hizo del tenis un deporte popular.
Más allá de los mencionados jugadores extranjeros, se notó la presencia del ex campeón del US Open, el croata Marin Cilic, el británico finalista del año pasado Cameron Norrie y el francés con gran proyección Arthur Fills, ninguno de ellos con grandes resultados (Norrie quien más cerca estuvo cayó en cuartos con Coria).
Entre los argentinos el ex campeón del certámen, Diego Schwartzman no pudo desplegar su mejor tenis cediendo ante el colombiano, siempre interesante de ver Daniel Galan. Diego deslizó dudas su futuro, aunque ya está en el torneo mexicano de Los Cabos en busca de su recuperación.
Doble tano
El título de dobles cayó en manos de los italianos Simone Bolelli y Andrea Vavassori (de buen papel en singles cayendo en cuartos frente a Alcaraz) que se impusieron a una dupla consagrada del marplatense Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers por 6-2 y 7-6 (6).
Los italianos tienen gran altura y poderosos servicios, mostraron un juego incisivo desde el comienzo; la dupla argentino española salvó tres match points, uno con un espectacular passing de Zeballos, pero los italianos definieron el tie break con su servicio.
Bolelli ya había sido dos veces campeón del Open porteño, pero junto a Fabio Fognini, en el caso de «Zebolla» (el mejor doblista argentino de todos los tiempos) obtuvo el título en cuatro ocasiones (la última junto a su actual compañero Granollers).
Fantástica domenica para el tenis italiano. Jannick Sinner consiguió en singles el título de Rotterdam. ¿Quién lo para?
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