El fallecimiento de Menotti y la grave enfermedad que padece Bilardo, le hace especular a éste articulista si no hubiera sido mejor pensar en términos de Menotti + Bilardo, en lugar del vs. Es cierto que cada uno sostuvo sus principios, pero también quedaron envueltos en paradojas y tuvieron sus contradicciones, porque así es la vida. En estas líneas, también se recuerda el encuentro afectuoso del Flaco, amante del fútbol, con Jorge Luis Borges que despreciaba ese deporte (sobre todo por lo que desataba a nivel masivo), y discrepaba con sus ideas políticas.
Un par de años antes de que César Luis Menotti (fallecido anteayer) alcanzara la popularidad, le preguntaron a Jorge Luis Borges si era “menottista” o “antimenottista”, a lo que el célebre escritor, respondió. ¿Quién es Menotti?
Seguramente fue una boutade del autor de El Aleph para proclamar su rechazo a lo que a nivel popular desataba el fútbol (el mismo Menotti descalificaba el término menottista), lo cierto, es que tras la obtención como DT del mundial 78 para la Argentina, Menotti visitó a Borges con quien sostuvo una amable conversación.

A aquel encuentro se refiere un artículo publicado en La Capital de Rosario, la ciudad amada por el Flaco.
Pero para la argentina futbolera, Menotti representa el amor por la estética del juego, su prédica del resultado como consecuencia del fútbol bien jugado. «El gol es un pase a la red», resumía en una linea su concepción del balompié.
Su mayor conquista, sin duda, fue haber obtenido el primer título mundial para la Selección argentina en el 78 con un plantel de grandes jugadores, algunos en la cúspide como Ubaldo Matildo Fillol y el inefable Mario Alberto Kempes, y otros que se destacaron como Osvaldo Ardiles, Leopoldo Luque, etc.

Aquel conjunto no alcanzó a brillar (salvo en los partidos ante Perú y Holanda), pero el logro fue tan grande que ese aspecto opinable cayó en el olvido.
Paradójicamente, en el siguiente Mundial (del 82 en España) en el que Menotti sumó a Maradona, la participación argentina derivó en un fracaso.
Los momentos cumbres futbolísticamente hablando, Menotti los consiguió con el Huracán campeón del 73 (Miguel Brindisi, Carlos Babington, René Housemann y compañía) y en el mundial juvenil del Tokio en el 79 (aquel conjunto liderado por Diego Maradona y Ramón Díaz).

Su paso por el Barcelona (aunque obtuvo algún torneo) es recordado más por su propuesta que por los logros. La táctica del achique (salida de la defensa para provocar el off side) –que aplicó una y otra vez en el fútbol local- no le dio grandes resultados, pero no es este último aspecto por lo que más se lo recuerda.
El legado principal de Menotti, fue su “filosofía” futbolística«; y especialmente el tajo que abrió respecto al pasado, en el sentido de que la Selección Nacional (a partir de sus postulados desde que tomó la conducción técnica), respaldado por la AFA, pasó a ser prioridad para el fútbol argentino, para siempre.
Más allá de todo, el Flaco no deja de simbolizar al «Quijote» (incluso desde su semblante físico) para quienes piensan, pensamos, que el éxito no es la única vara, que de las derrotas dignas muchas veces se aprende más que de las victorias.

Menotti vs Bilardo: Dos miradas sobre el fútbol y las contradicciones de la vida
Ayer muchos aludieron a la paradoja de que el mismo día del deceso de Menotti se consagró campeón de la liga nacional Estudiantes de la Plata, donde hizo escuela Carlos Salvador Bilardo (aunque el mismo padece una enfermedad que lo tiene alejado de los acontecimientos) De paso, vale como referencia. se cumplió en la víspera el tercer aniversario del deceso de Carlos Griguol a quien, en cierto sentido, se podría ubicar entre ambos enfant terribles de los DT
Los dos modos de ver el fútbol (y para algunos el mundo), sometió a los personajes a las paradojas y contradicciones que se atraviesan en la vida.
A Menotti autodefinido una persona de izquierda, le tocó alzar la Copa del Mundo mientras en la platea festejaba la Junta Miitar de la dictadura que gobernaba el país; hay fotos que lo muestran con una imagen de fondo del Che Guevara, pero también guardaba aquella foto en la que conversaba con Borges (exponente del antinacionalismo y a la que parte de la progresía atacó por sus ideas políticas), y era a la vez amigo y admirador de, entre otros, Joan Manuel Serrat.
En tanto, Bilardo, que volvió con el máximo trofeo (Mexico 86) durante el alfonsinismo, se sintió víctima de una especie de un nunca comprobado sabotaje (alegó que gente de la secretaria de deportes lo quiso voltear). Como que la felicidad nunca puede ser completa. En cuanto al fútbol, Bilardo para mucha gente es el de los alfileres y el bidón;: el que dijo «al fútbol se juega para ganar. El espectáculo es para el cine, para el teatro«, sin embargo, el mismo Narigón formó planteles destacados por el talento de sus integrantes: Marcelo Trobbiani y Alejandro Sabella en Estudiantes de La Plata; Maradona y Jorge Valdano en la selección campeona del mundo del 86.
Un «loco» por el fútbol, recibido de médico, pero con una forma de hablar que parecía tan rudimentaria como pintoresca. Y al que un día (sin partido y sin programa) se le ocurrió que quería ser presidente de la Nación.
Puede ser que Menotti fue la lírica y el fútbol razonado, y Bilardo el resultadismo y la pasión desatada. Pero todo con matices.
El ser humano es contradictorio en si mismo, pero ¿porqué Menotti o Bilardo, Vilas o Clerc, Maradona o Messi, y no utilizar mejor la interjección “y”?
La polémica sobre cual de ellos se acerca más a los parámetros, a los valores que cada uno defiende puede ser acaso válida, pero en cuanto a los méritos deportivos como técnicos, tenistas o futbolistas, cada uno brilla con su estrella.
Pensando de ésta última manera, la Argentina hubiera sido distinta. Quizá.
C.R

Menotti, sobre Bilardo y el tema de la muerte
Tras un trato amistoso y hasta colaborativo que en algún momento se tuvieron Menotti y Bilardo (previo al mundial 86), se produjo una ruptura que, aunque ellos no podrán saldar, llegará el momento de un balance equilibrado en el entendimiento que no existen verdades absolutas.
¿Que dijo Menotti sobre su pelea con Bilardo, años después que se distanciaron, en entrevista con Diego Borinsky para El Grafico (2014).
«Fue una disputa personal. Yo jamás me pelearía con un tipo porque haga líbero y stopper…«
-Sale de acá y se encuentra a Bilardo en un ascensor. ¿Qué hace?, proponía el periodista.
– No sé, no lo pensé. Es muy probable que le diga «hola«.
Si lo invita a tomar un café…
Voy, no tengo problemas. No creo que me invite, como yo tampoco lo invitaría, pero si me invita, voy.
Tras un trato amistoso y hasta colaborativo que en algún momento se tuvieron (previo al mundial 86), se produjo una ruptura que aunque ellos no podrán saldar, llegará el momento de un balance equilibrado en el entendimiento que no existen verdades absolutas.
¿Le tiene miedo a la muerte?
No, lo que me molesta a veces es jugar al básquet con mis nietos y me duela el brazo por ciertos movimientos, que el físico no me responda; pero estoy feliz de poder hacerlo, de caminar todos los días dos horas por Palermo, de ir a nadar, tranquilo. Además, es lo único de lo que estoy seguro: no conozco a nadie que no se haya muerto en algún momento.

El Adios al Flaco de sus «elegidos»
El Pato Fillol: «Hasta siempre, querido César. Gracias por todo lo que le diste a Argentina y al fútbol en general. En lo personal, también agradezco que me hayas dado la posibilidad de ser TU arquero en dos mundiales. Tu revolución futbolera será eterna. Abrazo del alma para toda su familia.»

Osvaldo Ardiles: «Con profundo dolor… Hasta siempre Maestro. Maestro de los maestros. No tengo palabras para poder reflejar quien fue Cesar. Un adelantado a su época. Mucho mas … mucho mas que un Técnico. Mi padre futbolístico. Mucho de mi se ha ido hoy con el. Descansa en paz César».
Daniel Bertoni “Flaco querido, siempre te quise, te quiero, y te querré”
Jorge Valdano: «Fue un maestro que persiguió sus sueños hasta el último día. «Incluso en estos tiempos en que a este don Quijote de la cancha no le quedaban ni molinos contra los que pelear… Defendió y difundió la Nuestra, ese estilo de juego que se expresaba a través de una estética futbolística elegante y una cultura callejera y orgullosa».

Daniel Valencia (jugador de Talleres de Córdoba ,campeón del mundo 78). «Mi padre se fue cuando yo tenía 15 años… En ese momento sentí una sensación que creí que nunca volvería a sentir en la vida, la muerte de un padre es solamente entendible por aquellos quienes la han sufrido. Hoy volví a sentir esa sensación, porque con Ud. se va el padre que me llevó a debutar en primera, que me sacó campeón del mundo, que conoció a mi señora y a mis hijos. El padre con el que compartí mucho más que el fútbol.
Seguramente el mundo le rinda el homenaje que Ud. merece, César. Todo ello en cuanto a fútbol refiere y seguramente sean homenajes muchísimos más dignos que el que este hombre de 68 años que vuelve a quedarse huérfano pueda hacer, su aporte al mundo del deporte ha sido y será inconmensurable. El recuerdo que puedo aportar yo y del cual quiero relucir es su recuerdo siendo el padre que la vida me regaló. Lo último que quiero contarle es un secreto, por si me está leyendo (seguro que si, con lo que le gusta leer a usted): Yo tampoco nunca supe si era derecho o zurdo, pero disfrutaba confundiéndolo. Lo voy a extrañar mucho, lo amo. Descanse en paz, aquí lo recordamos con nostalgia y honrando siempre todo lo que nos enseñó.Hasta siempre, Flaco Eterno».

