Al imponerse ayer en la final del USOpen, ante el local Taylor Fritz, el italiano Janik Sinner, conservó el número 1 del mundo y obtuvo su segundo título de Grand Slam, ambos éste año (el primero fue el Australian Open); en tanto Carlos Alcaraz había conseguido el otro par de Majors de esta temporada: Roland Garros y Wimbledon.
Por primera vez desde 2003 (es decir hace más de dos décadas) ninguno de los Grandes tuvo en la final a alguno de los Big 3 (Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic), lo cual indica que el tenis de elite entró de lleno en el recambio generacional que se venía preanunciando, ya que solo el serbio (con Roger retirado y Rafa que todo indica está próximo a hacerlo), podría eventualmente ampliar la ventaja en la categoría de los supertorneos.

En cuanto al USOpen, el último GS del año concluido en la víspera, si bien Janick Sinner llegó como preclasificado N 1 por lo que era favorito, el interrogante era si iba a poder abstraerse del run-run con el que llegó a New York, después del positivo por doping involuntario por clostebol que el mismo reconoció y que generó controversias entre los propios jugadores en relación a que no se le haya aplicado una sanción más que quitarle los puntos de Indian Wells y una multa, aunque según las autoridades de control se pudo comprobar que fue producto del uso de dicho medicamento (un esteroide anabólico) por un preparador físico que el mismo Sinner dio de baja.
Lo cierto es que al momento de hablar con las raquetas, lo del pelirrojo de pelo enrrulado fue contundente. Yendo a las instancias decisivas, en cuartos de final superó amplliamente a Daniil Medvedev (campeón del US Open hace tres años y a quien Sinner le había ganado la última definición de Australia), en semifinales al británico de saque indomable Jack Draper, y en la final a Fritz, el californiano ilusionado con terminar con la sequía de no tener un campeón estadounidense en Flushing Meadows desde 2003 (el último fue Andy Roddick, quien estuvo presente en varios partidos de hombre y mujeres, junto a otra ex campeona, la en su momento jugadora prodigio Tracy Austin).
La rápida eliminación de Djokovic (a quien se le notó la fatiga tras su fantástico en los Juegos Olímpicos de París en el que se alzó con la medalla dorada) frente al notable australiano, reciente campeón del Masters 1000 de Cánada, Alexei Popyrin; y la salida temprana también de Alcaraz quien atraviesa un momento de desconfianza; de alguna manera le despejaron el camino a Sinner. No obstante, como vimos el derrotero no fue nada sencillo.

El último escalón: En el match que definió el Abierto de los Estados Unidos, Sinner se impuso a Fritz en set corridos por 6-3, 6-4 y 7-5. El itálico comenzó avasallante poniéndose 2-0, pero el de recuperó el quiebre. Esa primera manga se decidió por otro rompimiento del servicio que consiguió Sinner al final de ese primer parcial en el que pudo neutralizar el poderoso saque del norteamericano quien solo conectó el 38 % de sus primeros saques.

A lo largo de todo el partido, el nacido en San Cándido (ciudad de la región de Trentino cercana al límite de Itaia con Austria), impuso su ubicuidad para llegar siempre bien parado, con un timing casi perfecto, pudiendo imponer en intensos intercambios el peso de la pelota sobre el drive de Fritz y minimizando sus errores no forzados. Esta última fue una clave del partido.
Otro factor decisivo fue la eficacia de puntos ganados con el primer servicio: 88 % Sinner, Fritz 67.

En el tercer set, aunque parecía que Sinner se lo quedaba como el primero, Fritz tuvo su gran oportunidad cuando tras salvar un 0-40 estando 2-3, se puso 5-3 arriba, pero el a la postre campeón consiguió los últimos cuatro games seguidos basado en la mentalidad y la solidez de sus tiros de fondo.

Eufórico Sinner, se abrazó con su grupo de trabajo y no ocultó su noviazgo con la rusa top 15 WTA, Anna Kaliniskaya, y recibió la ovación de sus fans con sus «vestimentas de zanahoria».


Una instancia muy especial se vivió en el Arthur Ashe el viernes por la noche, cuando Fritz y Frances Tiafoe disputaron el pase a la final. Desde 2005 (André Agassi- Robby Ginerpi) dos norteamericanos no se enfrentaban en semifinales.
Taylor llegaba con ventaja de 6-1 sobre su compatriota en el head to head, pero Tiafoe atraviesa un momento mucho más maduro en su carrera que hace dos años cuando cayó en semis del USOpen frente a Alcaraz, al punto de alcanzar recientemente la final de Cincinnati. Y estuvo a punto de quedarse con el partido, pero en la cuarta manga, estando dos a uno en sets, cometió dos dobles faltas y dos yerros fatales que lo derrumbaron en el quinto set decisivo.
Empero Fritz, siempre se mantuvo prendido al score, y fiel a su juego de ataque impuso su categoría como el estadounidense mejor posicionado (es 7 del mundo)

En cuanto a los argentinos los mejores rendimientos fueron del marplatense Francisco Comesaña (también de gran performance en Wimbledon) quien tras vencer al galo Humbert, cayó ante Fritz, y de Tomás Etcheverry que pudo con el también albiceleste Fran Cerúndolo antes de ceder con Sascha Zverev. En tanto, a Seba Baez una lesión en el pie derecho (afortunadamente superada) lo dejó rápido fuera de carrera.
En el historial quienes más títulos de USOpen conquistaron en singles siguen siendo Jimmy Connors, Federer y Djokovic con 5 cada uno.
Entre mujeres, era previsible la consagración de la bielorusa Aryna Sabalenka que en la final dio cuenta de la local Jessica Pegula.

Sabalenka (bi-campeona de Australia) parece imbatible en canchas duras, o mejor dicho todo pasa por ella: si el saque le funciona (es decir incurre en pocas dobles faltas) y consigue plasmar su fantástica potencia (que esta vez se dio el lujo de alternar con drops) no hay con que darle. La final no fue la excepción, la regularidad a Pegula (notable jugadora -con un drive muy profundo-desde el fondo del court) esta vez no le alcanzó.
La simpática y carismática Aryna (que hace unos meses dijo estar golpeada por el fallecimiento repentino de su ex novio), se acerca a la número 1, la tricampeona de Roland Grarros, la polaca Iga Swiatek.


El dato: ¿¡Otro Rafa!?

En definitiva, el USOpen más allá de tenis es espectáculo, el más comercial y popular de los Grand Slam, en la Gran Manzana se impone aquello que el show debe continuar.
Personajes y protagonistas





