Patricia Bullrich y su adiós a Jorge Lanata: ¿Audacia o temeridad?

En Etica a Nicomaco, Aristoteles sostenía que la temeridad es un exceso de una virtud que en el justo medio es la valentía (y en su defecto el miedo); en tanto para el Maquavelo de El Principe, «la fortuna favorece a los audaces».

¿Fue audaz o temeraria la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al despedir a Jorge Lanata fallecido el anteúltimo día del año que acaba de concluir en términos elogiosos, teniendo en cuenta el temperamento de su jefe, Javier Milei, respecto a quienes en su concepción son sus enemigos (Lanata le había iniciado al presidente una querella por calumnias e injurias).

Sin embargo, el tweet de Bullrich, bien pudo ser una jugada astuta.

«Despedimos a Jorge Lanata, un periodista que marcó un antes y un después en la lucha contra la corrupción que tanto daño le hizo a nuestro país. Mientras muchos políticos eran cómplices, él iba al frente, disruptivo y sin miedo, capaz de pasar de Página 12 a las ideas de la libertad y la república. Con su incansable compromiso con la verdad, desenmascaró las peores maniobras del kirchnerismo, exponiendo cómo el poder se utilizó para enriquecerse mientras el pueblo sufría. Gracias por tu entrega, Jorge. Tu lucha seguirá inspirándonos», posteó Patricia Bullrich.

El mensaje sintoniza con el votante más antikirchnerista de Milei, pero no de derecha. que apoya o busca una justificación moral para respaldar al actual mandatario. Es un segmento importante de la población que se identificó con Lanata en sus denuncias contra el kirchnerismo, y a quienes no les interesa el pasado izquierdista de Lanata (en parte por la propia mutación que tuvieron ellos mismos).

En ningún momento Bullrich menciona las posiciones de Lanata en los temas de Derechos Humanos o frente a la corrupción menemista, lo cual la pone en resguardo de una de las etapas más reivindicadas en la construcción ideólogica de LLA que es la conducida por Carlos Menem en la década del 90).

León y Pato, necesidades recíprocas

Por otra parte y en el plano de la praxis política, Bullrich se ha tornado en alguien imprescindible para Milei como ariete en la disputa por un lado contra el macrismo ,y por otro con la vicepresidenta, Victoria Villarruel.

Sin embargo, otros portavoces del meileismo se han plantado muy fuerte en contra de ponderar el legado de Lanata; es el caso de la reacción del asesor estrella de Milei, Santiago Caputo:»Lanata construyó el relato oficial sobre la década del 90 y nos legó toda una generación de periodistas pelotudos que creen que ser zurdos es ser inteligentes. No alcanzaron sus últimos años de antikirchnerista para reparar ese daño. Que Dios se apiade de su alma», afirmó Caputo en una cuenta que se le atribuye.

Pero sobre todo, quien se despachó contra la figura del periodista que murió a los 64 años, es uno de los biógrafos del actual presidente, el ultra nacionalista Nicolás Márquez, que en un extenso video titulado «Lanata el tránsfuga progresista» apunta en durísimos términos contra la trayectoria del periodista, especialmente a la financiación en los comienzos de Página 12 por parte del ERP y la cercanía del periódico a la agrupación Todos por la Patria responsable del ataque al cuartel de la Tablada en las postrimerías del gobierno de Raúl Alfonsín.

Márquez también apuntó contra aquel ciclo de Lanata a cargo de Día D, programa en el cual se hacían, disparó «operaciones mentirosas»contra Menem» y a difundir -ya en la etapa inicial kirchnerista- «las ideas del wokismo». «Aunque hizo denuncias contra la corrupción kirchnerista, no criticó su ideología y terminó apoyando a Massa contra Milei», añadió el periodista que se define como de la nueva derecha.

Márquez Incluso apuntó a aspectos personales de Lanata a quien definió como histriónico y autodestructivo por el consumo de cocaína.

Estas expresiones recibieron el repudio de parte de quienes participan de las redes sociales, pero contó con el beneplácito de muchos ortodoxos del espacio que suelen aplaudir todo lo que no sea «políticamente correcto»

¿Qué ocurriría ante la eventualidad que desde el gobierno busque limar a Bullrich, algo en el corto plazo inimaginable? No es difícil imaginar que Márquez (como exponente del ala dura del mileismo) no dudaría en apelar para embestir contra la ministra a la misma memoria que desplegó contra Lanata, cambiando la sigla ERP por Montoneros.

En un juego entre jacobinos, -gráficamente hablando- la guillotina nunca descansa, si se trata de apuntalar el poder de Napoleón.

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