Homenaje a Sandro en el San Martín, en un evento con artistas y personas cercanas al astro; continúa una muestra y proyección de sus películas

La guitarra que utilizó Sandro en la película Muchacho, el uniforme de corredor de autos del film Siempre te amaré, su bata roja, y el saco negro del disco Espectacular, son algunos de los objetos que acompañaron un evento realizado a mediados de semana en el teatro San Martín -en el centro porteño-, como tributo a la estrella del espectáculo de cuyo nacimiento se cumplirán 80 años en agosto, y a 55 años de su presentación en el Madison Square Garden (Sandro fue el primer cantante hispanoamericano en realizar un show en dicho estadio neoyorkino).

Pero además, en el complejo cultural ubicado a la vuelta del San Martín, se inauguró una exhibición que continua con muchos otros elementos que pertenecieron al Gitano: los afiches de las películas, y en una sala, la proyección diaria durante la semana de algunas de sus películas (hoy concluye con Siempre te amaré (16 hs) y Muchacho (19 hs).

Hace unos días se cumplió medio siglo de la presentación de Sandro en el Madison Square Garden

El tributo del martes pasado, organizado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al que asistió Acreditado, tuvo ribetes emotivos, y estuvo rociado por las anécdotas de sus protagonistas.

Compartieron el panel dos actrices que actuaron con Sandro: Linda Peretz y Coni Vera; Ernesto Spitz (hijo del productor Emilio Spitz); Graciela Guiñazú una de las biógrafas de Roberto Sánchez, como moderadora, y el periodista que conoció al ídolo de cerca, Eduardo Barone.

Linda Peretz definió a Sandro como una persona «intensa», destacando la responsabilidad que tenía por el trabajo. Linda participó en los films La vida continúa y Quiero llenarme de . «Quise arrinconarlo, pero no pude, con esos labios que tenía, perdón Olga», bromeó la actriz de No seré feliz, pero tengo marido, mirando a la viuda de Sandro, Olga Garaventa, sentada en primera fila; en tanto Coni Vera -que a los 16 años actuó en la primera de las películas recién mencionadas-, destacó del homenajeado su «generosidad, el cuidar que todos estén bien, los valores que proyectaba».

Homenaje a Sandro en el Teatro San Martín. Asistió la viuda, Olga Garaventa, artistas invitados y funcionarios. Además hay una muestra con objetos que pertenecieron al artista.

Spitz recordó que era muy chico cuando su padre producía las películas de Sandro, sí memoró el frío que empezó a sentir a medida que avanzaba la filmación de Muchacho en el Tigre; también comentó que la película Embrujo de amor, en su versión original concluía con la muerte de Sandro, «cuando se corrió el rumor el público le bajó el pulgar, entonces mi papá editó el final para que terminara con el beso entre Sandro y Carmen Sevilla. Ahí el film repuntó. Ahora estamos revisando latas con negativos para dar con ese final original”.

Intercaladas con el texto, algunas fotos de la muestra:

Por su parte, Barone se refirió a la relación de Sandro con los roqueros. «Hay una confusión, Sandro no es cercano al rock, es el rock» e hizo referencia no solo a la etapa inicial de Sandro y los de Fuego, sino la cercanía y trabajos compartidos con León Gieco, Charly García, etc; contó como el autor de Rosa, Rosa ayudó a Pappo cuando lo encontró sin un peso en Norteamérica. También citó como muchas veces invitó a cenar a quienes iban a La Cueva a condición de que no lo cuenten, y que “Moris grabó su primer disco con una guitarra que le regaló Sandro porque él no tenía… Cuando se la quiso devolver, Sandro le dijo, dejáte de joder»

Antes de proseguir la ronda, una pantalla proyectaba imágenes del homenajeado con temas como Rosa… Rosa, Tengo, Dame fuego (coreado por el público), Trigal” y Penumbras-

Graciela Guiñazú comentó que ella conocía poco de Sandro hasta mediados de los 90, cuando el ídolo le abrió las puertas de su residencia en Banfield (ella era reportera de Crónica TV) al punto que fue accediendo a la persona, más que al personaje, lo que le cambió la vida.

El acto lo cerró con palabras llenas de emoción, Olga Garaventa.

Varias filas de la platea fueron ocupada por las nenas, las fans de Sandro, ya entradas en años, pero como si el Gitano estuviera presente. Es que para cada una de ellas, y para nosotros, Sandro es inmortal.

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