Con posturas encendidas, debatieron ayer en el acto convocado bajo el lema «La Cultura en el País de la Libertad», los intelectuales Tomás Abraham, Marcelo Birmajer, Claudia Piñeiro y Dolores Reyes, coordinados por la periodista, Hinde Pomeraniec. (abajo el video completo).

Para la escritora Claudia Piñeyro existe una «censura indirecta o encubierta» generada por «presiones» y «falsas acusaciones» provocadas por el gobierno, afirmación compartida por la autora Dolores Reyes, quien aludió al constante hostigamiento del que es víctima; en cambio el filósofo Tomàs Abraham sostuvo que la libertad en nuestro país es plena, lo que se observa, desde hace tiempo, -expresó- es una especie de cancelación de algunos autores, y la exclusión de los mismos por parte de un «`poder cultural» ; por su parte, el cuentista Marcelo Birmajer sostuvo que el kirchnerismo vulneró la libertad de prensa, algo que no ocurre en el mismo nivel ahora, aunque consideró muy peligrosos los ataques -más aún si escalan a acciones judiciales- contra periodistas, mencionando los agravios contra Jorge Fernández Díaz.

Mientras Birmajer sostuvo que la política se debate entre fundamentalismo islámico y democracias liberales; Abraham respondió, sosteniendo que si bien existe lo primero, también hay «fundamentalismo judío»

Comenzó tomando la palabra Birmajer, quien recordó que Cristina Kirchner,durante su presidencia se impidió que salga el diario Clarin a través de una maniobra de los sindicatos, y defendió a las presidencias de (Mauricio) Macri como de (Javier) Milei por haberse puesto del lado de las democracias liberales; aunque criticó a este último por sus constantes agravios contra diversos periodistas. «Jamás me voy a quedar callado ante la persecución a un periodista, pero tampoco a acompañar a quienes están en línea con el fundamentalismo islámico»; y condenó a los adherentes al movimiento woke por hacer un «falso progresismo».

Tanto Claudia Piñeiro (autora de libros muy vendidos a partir de Las Viudas de los Jueves) como Dolores Reyes (autora de Cometierra) aludieron -dando ejemplos concretos- a la hostilidad que reciben en las redes, que deslizaron son fomentadas por grupos afines al gobierno, y que van imponiendo cierta censura (también se habló de numerosos casos de autocensura). Además, sostuvo que hay que dejarse de hablar de lo que ocurrió durante el kirchnerismo -que puede ser observable- para ver que está pasando ahora, y citó los casos de Carlos Pagni, Viviana Canosa y otros, «personas que piensan muy distinto» denunciadas por el presidente.

Dolores Reyes recordó las persecuciones a intelectuales de gobiernos militares y a los femicidios en nuestro país en el que «matan a una mujer por día», y que persiste una enorme brecha salarial entre hombres y mujeres.

Claudia Piñeyro mencionó a la propia Reyes, Gabriela Cabezón Cámara, Sol Fantin y la fallecida Aurora Venturini, a cuyos textos fueron acusados por incurrir en corrupción de menores o pornografía, cuando «es falso» Y dio un ejemplo sobre como el genocidio en Ruanda, comenzó por las palabras.

Tomás Abraham confrontó con esa postura: «No veo problemas de censura en nuestra sociedad, decimos lo que queremos, en nuestro país hemos conocido dictaduras que perseguían… o mataban…; lo que existe es una especie de ningunéo de parte del poder cultural por el cual ciertos autores no deberían leerse, o que haya libros que no merezcan reseña alguna… Listas blancas, listas negras que se imponen por una hegemonía con ayuda del estado en batallas culturales; que segrega por no ser parte de un elenco oficialista. Quiso apuntar a la cancelación que observa muy presente.

También discrepó con Birmajer, considerando reduccionista que haya una guerra mundial entre quienes defienden la democracia liberal y el terrorismo islámico. Existe un fanatismo que pasa por los rusos o iraniés, pero también hay fundamentalismo judío. Birmajer insistió en que no son equiparables los fundamentalismos islámicos (con dos atentados en la Argentina) que las democracias liberales.

Abraham también polemizó con las mujeres de la mesa. Cuando Dolores Reyes se refirió a los crímenes de la dictadura, como los sufridos por la familia de Oesterheld (autor de El Enternaura) diezmada por la represión, el autor -discípulo de Foucault- dijo: «La lista de víctimas diarias de todo tipo es infinita, pero siento que no queremos salir de ahí. Que no nos queremos olvidar de los Falcons verdes; olvidate de los Falcons verdes, la vida sigue, vayamos para adelante algún día, todo el día viviendo de la memoria».

-«Sí defiendo la necesidad de transmitir la memoria, a mucha honra», replicó Reyes.

Cuando la moderadora destacó que Abraham denunció las persecuciones, el autor de La Empresa de Vivir dijo que ve una «complacencia con la tragedia».

-…A mi me mandan Falcon Verde por las redes, es el presente- dijo Reyes..

-Entonces borrate de las redes- apuntó Abraham. Insultar a periodistas -continuó diciendo- claro que está mal, como antes escupir afiches, pero denunciarlo es una vanalidad, insistió el filósofo nacido en Rumania.

-No hay que olvidar, ni me parece una vanalidad denunciar eso, orada la democracia, si no se puede hablar, si convalidamos las agresiones y amenazas estamos fritos- interpuso Piñeyro.

-Pero es que estamos todos de acuerdo- insistió Abraham.

-No, hay mucha gente que apoya a Milei que no está de acuerdo- respondió la autora de Tuya.