La estrategia de Rodrigo Paz para captar votos de campesinos y progresistas desencantados del oficialismo. El legado dejado por su tìo abuelo Paz Estenssoro y su padre Jaime Paz Zamora. Sus antepasados argentinos.
Rodrigazo y caída del masismo, términos que se utilizaron este fin de semana en el antiplano, con connotaciones muy distintas a las que ambos términos tienen en la Argentina.
El tan denostado centro político recibió una buena noticia. Rodrigo Paz Pereira, el candidato más votado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales realizadas anteayer en Bolivia (32,2 %), demolió al Movimiento al Socialismo (MAS) que gobernó dicho país durante los últimos 20 años (primero con Evo Morales y luego con su ex ministro de economía y luego enemigo Luis Arce); pero a la vez tomó marcada distancia de la derecha tradicional radicalizada, así como de la expresada por el postulante Samuel Doria que encabezaba las encuestas, pero quedó en el tercer lugar y por lo tanto eliminado del ballotage a realizarse el próximo 19 de octubre.
Paz Pereira, del partido Demócrata Cristiano, rechazó ser catalogado como alguien de «izquierda o derecha», se manifestó defensor del «capitalismo popular». Su padre, el ex presidente Jaime Paz Zamora, consideró que la estructura de su hijo se inscribe en una especie de «democracia progresista», cercana a la «social-democracia»; aunque algunos analistas lo ubican como un político de centro-derecha que buscará, según lo expresado en la campaña, reducir al máximo el déficit fiscal, bajar la enorme informalidad laboral, hacer eficiente al Estado, ayudar sobre todo a las Pymes y atacar la corrupción.
De todos modos, si bien Rodrigo Paz tiene altas chances de suceder a Arce, la elección no está definida. En la segunda vuelta, deberá competir con Jorge «Tuto» Quiroga quien el domingo consiguió el 26,8 % de los votos.
De perfil ortodoxo en economía, «Tuto» Quiroga es un ingeniero industrial graduado en la Universidad de Texas que trabajó en el banco Mercantil en Bolivia; fue presidente en 2001-02 -completando el mandato de Hugo Banzer-. Se presentó a las elecciones de 2020 perdiendo ante el actual mandatario, Luis Arce. Propone corte drástico del gasto público, digitalización del Estado y apertura comercial. .
Pese a quedar a menos de seis puntos de diferencia, para Quiroga será complicado remontar la cuesta dado que por un lado la propuesta moderada de Paz es probable cuente con el apoyo del electorado indigena, la centro izquierda, sectores medios; y por si fuera poco ya recibió el respaldo de Doria, quien se había comprometido a hacerlo con quien gane la primera vuelta. Esto en el marco de las especulaciones. Faltan exactamente dos meses para el ballotaje, es mucho tiempo.

El otro efecto central de la elección del domingo pasado fue la debacle del movimiento liderado por Evo Morales quien en esta oportunidad convocó a anular el voto, opción que alcanzó un 20 %, porcentaje que parece elevado pero teniendo en cuenta que se trata de quien fuera tres veces presidente con más del 50 % de los votos no deja de ser un resultado muy pobre. En tanto, el oficialista Andrónico Rodrìguez cosechó apenas el 8 % de los sufragios. Este ultimo fue apedreado -al momento de votar- por militantes de Morales, una muestra más del grado de tensión interna que se generó entre Evo y su sucesor.
Frustrado aquel intento de una cuarta re-elección y tras el breve paso por la presidencia de Jeannine Añez, Morales apuntaló a Arce, pero al poco tiempo del mandato de este último tomó distancia. Hace tiempo Morales está como refugiado en Chaparé, tiene una acusación en su contra por estupro y trata de personas, lo que el ex jefe de Estado atribuye a motivaciones políticas. Dice ser perseguido «incluso por el gobierno de Lucho» (por Arce).
Alvaro García Linera, quien fuera vicepresidente de Evo Morales, reconoció que el resultado electoral fue catastrófico para el MAS, que prácticamente ha sido «expulsado» del parlamento quedando con apenas un puñado de legisladores.
«Es el fin de un ciclo de la izquierda, que consiguió que el país creciera varios años a tasas chinas, que le dio ciudadanía y poder a los indígenas, pero no pudo generar reformas de segunda generación», afirmó García Linera.
Lo cierto es que la economía boliviana atraviesa un momento dramático con escasez de combustible, inflación en alza y crecimiento estancado.
Cabe señalar que los dos candidatos más votados el domingo, coinciden en cuestiones de política internacional como privilegiar los contactos con los países de la región, dejando de lado los acercamientos trazados por Morales con países como Irán y Rusia.
Política en las venas
La llegada de Paz al podio fue sorpresiva e imprevisible.
Hace apenas dos meses fue excluìdo de un debate público televisivo entre los precandidatos con más chances, contaba con el apoyo de apenas el 6 % del electorado.
Erróneamente calificado de outsider, Paz Pereira tiene una importante trayectoria como ex intendente de Tarija y senador nacional, entre otros cargos
Mamó la política desde chico, con el precedente de su tío abuelo Víctor Paz Estenssoro quien fuera cuatro veces presidente de Bolivia, siendo artifice en su primer mandato (previo al cual estuvo exiliado en la Argentina) de la Revolución Nacional (nacionalización de las minas, establecimiento del voto universal, eliminación del latifundio y limites a la minería feudal), luego fue expulsado del país refugiándose en EEUU), impulsando en su última administración una política de corte neoliberal, opuesta a la primera experiencia, con la privatización de las minas y libre mercado.
En 1989, Paz Estenssoro fue sucedido en el Palacio Quemado por Jaime Paz Zamora, padre de Paz Pereira.
En aquella oportunidad Paz Zamora habìa salido tercero (primero fue Gonzalo Sánchez de Losada), pero regía otro sistema electoral por lo que hizo un acuerdo con Hugo Banzer Suárez (cuya dictadura militar lo había perseguido) y consiguió ser electo por el Congreso. Paz Zamora había creado el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) inscripto en la Internacional Socialista.


La familia muchas veces tuvo que pasar a la clandestinidad, al punto que Rodrigo Paz Pereira nació en el exilio, en Santiago de Compostela en 1969. Su madre, Carmen Pereira es española.
En cuanto a sus antecedentes históricos, Rodrigo Paz comentó en una entrevista que su apellido procede de los Paz argentinos «perseguidos por la dictadura de Juan Manuel de Rosas que asistieron al general (Juan) Lavalle».
Claves de la estrategia
En declaraciones al canal peruano TVL (Televisiòn Libertad) el escritor y analista Juan Claudio Lechín (hijo del fundador del Movimiento Nacionalista Revolucionario junto a Paz Estenssoro, y quien dijo ser amigo tanto de Paz Zamora, como de Rodrigo Paz desde que era niño), expresó que al parecer el equipo de campaña de Paz Pereira se subió a las plataformas comunicacionales de lo que había sido el MAS (sindicatos, amas de casa, grupos barriales)»

Al respecto, agregó: «En Bolivia el pueblo, que es individualista en lo económico, es colectivo en lo político, el pueblo mestizo se organiza alrededor de instancias barriales, innumerables asociaciones religiosas, etc. Los otros candidatos ignoraron el mundo informal que no está ni siquiera en las redes convencionales».
Lechìn deslizó que Rodrigo Paz obtuvo muchas adhesiones de votantes que habían apoyado a Morales y Arce, a la vez especuló sobre un posible acuerdo tácito con el oficialismo basado en que aquel sería menos revanchista que los otros candidatos.
Por otra parte, el candidato ganador de la primera vuelta, a diferencia de sus competidores, recorrió cientos de kilómetros en micros y algunos vuelos comerciales.
Otro dato central en la campaña fue la alta exposición y el notable manejo de las redes de El capitán Lara que acompaña a Paz Pereira en la dupla que aspira a la presidencia de Bolivia. Lara un ex policía, que la emprendió contra la corrupción dentro del mismo organismo, es destacado como un personaje fundamental por quien encabeza la fórmula.
El escritor Edmundo Paz Soldán (a quien Acreditado entrevistó en la Feria del Libro de Buenos Aires) coincidió en que gran parte del voto que en su momento siguió a Morales se transfirió a Paz Pereira, a la vez que subrayó el peso del carisma de Lara entre los sectores populares, una figura que no fue registrada por los medios tradicionales.
¿Podrá reconstruirse la izquierda? Responde Paz Soldán: «El gran bloqueo que tiene la izquierda es el deseo de Evo de volver al poder, él no tiene capacidad de autocrítica, creo que no se da cuenta que el país le ha dado la espalda y le tiene un gran rechazo hasta personal, pero nadie de ese sector se anima a romper del todo y mientras no haya una ruptura la izquierda va a estar huérfana, como lo estuvo la derecha todos estos años».
