Constantes de Howard: Pequeño código de conductas, sin fecha de vencimiento

En uno de nuestros archivos encontramos una especie de máximas, bajo el título que se presenta arriba. Se trata de reglas para aplicar en la política y la sociedad. Afirmaciones entre divertidas, pragmáticas y cáusticas.

– Nadie cree en los rumores, hasta que aparece la desmentida oficial.

– Una simulación perfecta, equivale a una realidad.

– En política, siempre hay que hacer lo inesperado.

– Terminada la partida, el rey y el peón van a la misma caja.

– Hay ocasiones en que lo urgente es no hacer nada.

Los cuentos orientales comienzan: «Había una vez». Los cuentos de los políticos: «Habrá una vez».

-Antes de hablar, piensa si lo que vas a decir puede mejorar el silencio.

– La vejez es esa época de la vida en lo que sabemos de todo, pero nadie nos consulta nada.

En la hoja de diario, con un tinte amarillo por el paso del tiempo, aparece una dedicada al por entonces llamado sexo débil:

– La intuición de una mujer es ridícula, emocional, ilógica, absurda e infalible.

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