Revistas y diarios norteamericanos expresaron una impresión negativa sobre los Fab Four tras su primera gira por EE.UU, pero el conjunto de Liverpool estaba a punto de revolucionar el mundo de la música y el espectáculo. Una reflexión sobre la crítica.
«Visualmente son una pesadilla. Musicalmente, están próximos al desastre: guitarras y baterías son golpeadas sin misericordia; sus voces (con los gritos locos de yeah, yeah, yeah) son una catástrofe, un prepotente fárrago de sentimentalismo cursi, semejante a las tarjetas de fin de año», describía la revista Newsweek a Los Beatles, como balance del primer paso de los cuatro de Liverpool por Estados Unidos, durante el segundo mes del año 1964.
¿Poco visionario el cronista?, ¿habrá sido su última nota?...
Si bien hacía poco tiempo el grupo integrado por John Lennon, Paul Mc Carthney, George Harrison y Ringo Starr estaba llevando a la música a otra dimensión, al momento de llegar a Norteamérica no eran desconocidos. En 1963, dos de sus temas habían alcanzado el primer lugar en ventas en Gran Bretaña, y lanzado numerosos simples que pronto se constituyeron en notables éxitos como She Loves You” (primer single en vender un millón de copias), “Please Please Me”; “Ask Me Why”; “Thank You Girl”; “I’ll Get You” y “I Want to Hold Your Hand”. También habían realizado un recital en Suecia.
En enero del 64 (un mes antes del arribo del conjunto a EEUU) una de esas canciones, I Want to Hold Your Hand, alcanzó la cima en la lista Billboard Hot 100
Asimismo, desde la misma llegada de los Fab Four a Nueva York, el 7 de febrero de 1964, se desató la euforia de las fans. Dos días después se presentaron en el programa televisivo de Ed Sullivan, lo que se consideró un hito en la cultura pop estadounidense, la transmisión por la CBS consiguió una audiencia cercana a los 75 millones de espectadores.
La jornada siguiente pasaron por Washington, y regresaron en tren a NY el 12 de febrero de 1964 para brindar dos conciertos en el Carnagie Hall con entradas agotadas al día siguiente de salir a venta las entradas.

La revista argentina Primera Plana, en su edición de marzo del 64, publicaba lo siguiente sobre el fenómeno de los cuatro de Liverpool: «En Nueva York, bajo una tempestad de nieve, cinco mil muchachas se aglomeran frente al Carnagie Hall para arrastrarse por el suelo cuando canta el cuarteto de The Beatles, los flequilludos y estentóreos nuevos reyes de la juventud».
Antes de abandonar Estados Unidos, Los Beatles realizaron un show en Miami al que asistió Cassius Clay ,tomando con ellos una célebre fotografía.

Escepticismo y evolución
Por la recepción del público, el éxito descomunal en los recitales, la ascendente venta de discos, cuesta entender la descripción de Newsweek; sin embargo, existen algunas explicaciones.
Por un lado, la acústica en el Carnagie Hall dejó mucho que desear, provocando por ejemplo una fuerte queja de parte de Lennon y Mc Carthney.
Por otra parte, Los Beatles estaban marcando un punto de inflexión respecto a la relación de los conjuntos musicales con la juventud que no conseguía de entrada ser absorbido por los críticos y gente aferrada a lo tradicional.
No solo Newsweek expresó una mirada crítica hacia los geniales británicos en aquella oportunidad. The New York Times consideró que se trataba “nada más que de una moda”; Herald Tribune observó: “aparentemente no pudieron traerse una melodía a través del Atlántico”. The Washington Post , deslizó: “lucen absolutamente conservadores…asexuales y domésticos”. Los Angeles Tiimes, ironizò: “Con sus extraños peinados tipo arbusto, los Beatles son obviamente la banda soñada por cualquier publicista, mas ni sus madres dirían que cantan bien».
Incluso Walter Conkite, uno de los pocos animadores de TV, además de Sullivan- que los entrevistó, tuvo comentarios negativos, apuntando incluso a lo estético: “Me espanté con la música, no me gustaron… Aunque el cabello apenas caía al comienzo de sus orejas, era radicalmente distinto a como se llevaba los peinados en aquellos días”.
Puede haber existido también una especie de celos en el país del Norte, que tenía sus ídolos como Elvis Presley o los Beach Boys, pero la irrupción del rock británico seria indetenible, y al apogeo de los Beatles acompañaría al de sus «rivales» Los Rolling Stones, y a comienzos de los 70 explotaría con conjuntos como Led Zepelin, Queen, Yes, o Pink Floyd.
En el caso de Newsweek, uno de los magazines más vendidos, perteneciente por entonces a la compaña del Washington Post, volvió a la carga contra El Album Blanco de los Beatles publicado en 1968 (según algunos especialistas uno de los mejores álbumes), aunque con el tiempo dedicó algunas tapas a reivindicarlos y retratar a cada uno de ellos.

De Bethoven a The Beatles
En un revelador artículo de Ted Gioia escrito para su medio The Honest Broker, se hace referencia a los reproches recibidos por los Beatles en una llamada «investigación sobre como tropiezan los críticos».
Además de la referida citada de Newsweek, se reproduce la demoledora nota aparecida en The New York Times acerca de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band cuando los Beatles ya tenían una acrecentada fama mundial.
Gioia se pregunta como supuestos especialistas no solo se equivocaron, sino que lo hicieron de una manera tan absurda, a lo que se responde: «Ahora me doy cuenta: los Beatles estaban siendo castigados por la rapidez con la que impulsaron el rock. Si lees los artículos de crítica (con el paso de los años) no dejas de ver la frustración de que el nuevo álbum de los Beatles no suena como el anterior..Los críticos malinterpretaron a los muchachos de Liverpool por la peor razón posible: que estaban aprendiendo constantemente, se volvían más ambiciosos y estaban absolutamente dispuestos a tomar riesgos».
Y a renglón seguido, recurre a destacar las reseñas que en su momento aparecieron sobre la Tercera Sinfonìa de Beethoven: Una la calificaba de «estridente y estrafalaria«, otra sostenía que «la sinfonía era demasiado difícil, demasiado larga y el propio Beethoven era demasiado maleducado», finalmente destaca que Carl Czerny N de la R: (pianista y compositor austríaco) quien asistió al concierto, informó que un oyente se levantó en medio de la interpretación, y gritó: «¡Le daré otro kreutzer (moneda) si esto para!».
«La triste realidad -concluye el articulista de The Honest Broker– es que los críticos suelen actuar mirando el pasado. Como los generales, fracasan en el campo de batalla porque su estrategia se basa en la guerra anterior».
Lo cierto que más allá de esa embestida inicial, después en retracción -aunque insistente como acabamos de ver-, la Beatlemanía fue una marea indetenible y los Fab Four un punto de inflexión en la historia de la música, del universo del espectáculo, de la cultura en general; y hasta la crítica, con la perspectiva que da el tiempo, se rendiría a sus pies.
C.R
Febrero de 1964- Los días en USA:




