La voz ronca, inconfundible de Juan Marcio Fazzini, el Tano, su palabra precisa para conceptualizar una vida llena de experiencias, invitan a una charla de horas; pero la circunstancia nos lleva a un encuentro casi fugaz en el Círculo de Periodistas Deportivos, minutos antes a que le entreguen un premio en homenaje a su trayectoria. Entonces optamos por una entrevista formato ping-pong,con la promesa de un próximo diálogo largo y tendido.
«Se trabaja mal, hay pocas ideas, se busca fama y dinero, no ser mejores…», afirmó sobre el periodismo actual el gran Tano, nacido en Lombardía en 1940, que con seis años de la mano de sus padres arribó a la Argentina.

– ¿Cómo fueron tus inicios en el periodismo?
-Mi comienzo fue un accidente, me peleé con mi viejo, él quería que yo fuese ingeniero; por una cuestión familiar se había ido de casa, para llevarle la contra me metí en el periodismo (*)
– ¿Dónde te formaste como periodista?
– Aquí, en el Círculo de Periodistas Deportivos.
-También fuiste profesor.
– Daba clases de tecnología mecánica y dibujo técnico en el colegio industrial (en el Huergo) por la mañana; a la tarde iba al diario La Razón.
-¿Se trató de tu primer empleo periodístico?
– Mí función, todo lo demás fue de relleno, donde mejor me sentí fue en el diario.
– Y eso que se te conoce como un notable comentarista radial de fútbol y automovilismo (estuvo también en los canales más importantes de aire y cable).
-Para mí el orden es la gráfica, la radio, y por último la televisión.
-¿Porqué la pantalla chica al final?
– Mucha corbata, maquillaje, pelotudeo….
– ¿Cuáles fueron tus referentes periodísticos?
– Fioravanti; también mi maestro en La Razón, Don Felix Laiño; Alfredo Parga; Dante Panzeri.
-¿Que relator destacás entre aquellos con quienes conformase dupla?
– El mejor relator Victor Hugo Morales, como relator… Me llevé muy bien con Pancho Caldiero (seguía la campaña de Boca Juniors), luego trabajé con muchos jóvenes, como Mariano (Closs), entre otros.
-¿El mejor jugador de fútbol que viste?
– Alfredo Di Stéfano, por muerte. Después los tengo a Maradona, Pelé, Messi y el que lo fabricó, Johann Cruyff.
-Tu otra pasión es el automovilismo ¿Quién fue el mejor corredor de Fórmula I?
– Juan Manuel Fangio
-¿Lo viste correr?
– Con pantalón corto, soy de 1940. Uno de los tres mejores argentinos que conocí: Di Stefano, Fangio y (René) Favaloro.
– ¿Algún personaje que te haya deslumbrado?
– Enzo Ferrari (N de la R: el padre de Juan Fazzini trabajaba en Alfa Romeo y de ahí estuvo relacionado con el creador de la escudería italiana más famosa).
– Aunque es complicado generalizar ¿Como ves al periodismo de hoy?
– Como la sociedad, en decadencia. Se trabaja mal, se piensa poco, se quiere ganar mucho, no importa ser mejor; agregaría -aunque no tenga que ver solo con la profesión- que todos quieren vivir alrededor de la Capital Federal, de Bahía Blanca hacia abajo está despoblado.
– Parece que lo que menos importa es la calidad…
– Por supuesto, se perdió calidad, no solo en el periodismo, en la política, en la enseñanza…
– ¿Es el país, o así «anda el mundo»?
-Muchas cosas funcionan mal, pero Europa tiene el euro para todo el continente aquí tenemos ´catorce tipos¨ de dólar.
–Para terminar, a modo de juego. De los equipos argentinos campeones mundiales (1978, 86 y 2022) ¿cuál fue el que más te gustó?
– El del 86, fue el más completo.
(*) En un video publicado en you tube con colegas de Motorlat, especializados en automovilismo (programa al que damos el crédito por la foto de tapa para esta nota), el Tano contaba que su padre se había ido por cuestiones familiares y viajó a Senegal para trabajar en Aerolíneas, y deslizó que cuando le dijo que iba a dejar la carrera de ingeniería en la facultad para ser periodista, el papá le respondió «Vas a ser periodista, un pobre tipo»… Reconozco que el ingeniero es perfecto, puede hacer cosas como la alianza inglesa-alemana (Mercedes Benz- Lewis Hamilton)».


El Tano. Fue mi PROFESOR, si, con mayúscula, de dibujo en el año1976. Gran profe, mejor persona. Imposible olvidarlo. Cuando daba un discurso en algún acto escolar, era ovacionado, cual ídolo futbolístico en la cancha. De aquellos que pasan por tu vida para hacerte mejor persona