Gabriel Boric es el presidente electo más joven (desde 1823) de la historia de Chile y el que sacó mayor cantidad de votos en una compulsa de participación inigualable (en el ballotaje se sumaron 1.200.000 sufragantes que habían estado ausentes en la primera vuelta).
La ventaja del profesor universitario y emergente de las protestas sociales sobre el conservador, José Antonio Kast fue mayor a la esperada, pero -al menos por estas horas- se corroboró lo señalado por Acreditado en el análisis de hace tres semanas: Que el mismo sistema iba a moderar el programa de Boric corriéndolo hacia el centro.
En la fase final de la campaña, el próximo ocupante de La Moneda fue tomando distancia de Nicolás Maduro y el «eje bolivariano», manifestando su afinidad a la democracia republicana y el respeto de la pluralidad.
Diversos analistas hicieron hincapié en que los respaldos de los ex presidentes y dirigentes de la Concertación, los socialistas Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, fueron relevantes para un perfil más centrista de Boric, lo que sumado al apoyo crítico de la Democracia Cristiana lo «amortiguan» de la influencia del Partido Comunista que integra al alianza con la que Boric llega al poder.
Como buena noticia, los mecanismos de la convivencia democrática lucieron intactos: Kast llamó para felicitar a Boric apenas advirtió lo irreversible de la tendencia, en tanto el presidente en ejercicio, Sebastián Piñera hizo lo propio deseando suerte a su sucesor.

«Ya (Boric) no habla de refundar Carabineros, sino de reformarla», destacó el decano de la Universidad Autónoma, Tomás Duval.
En tanto el analista Daniel Zovatto, se mostró preocupado por las expectativas de cambio desmesuradas que puede despertar el liderazgo de Boric. «Hay que dejarlo caminar, ver como reaccionan los mercados (N de la R: hoy la Bolsa abrió con una fuerte caída). Si tiene éxito se podría hablar de una nueva izquierda». Hay también cuestiones delicadas como la marcha de la convención constitucional el año que viene y que pasará con los detenidos por los episodios delictivos en el marco de las protestas de 2019. Asimismo, que la reforma en el sistema de pensiones no afecte a los ahorristas privados, la reforma tributaria no afecte el crecimiento y los cuestionamientos ambientales no paralicen algo tan importante como la minería en la economía trasandina. Los desafíos son múltiples.
¿Que sería esa «nueva izquierda» u «otra izquierda»? Un programa de reformas que a la vez mantenga las bases del sistema democrático y una sensación de estabilidad económica.
Algo parecido ocurrió con Pedro Castillo en Perú, que tras llegar al poder de la mano de una estructura «maoista» optó por un economista pro mercado como Victor Francke para la cartera de Hacienda y preservó la independencia del Banco Central.
Es que ambos países andinos, pese a los aspectos críticos tuvieron grande beneficios aunque insuficientes en su inserción capitalista.

BORICado
En un juego de palabras se puede decir que hubo una especie de alcohol boricado como sanación a los oídos para escuchar y dar cauce a una demandas ignoradas por la clase política chilena en materia de salud y educación, evitando a la vez recaer en los incidentes trágicos con saqueos y violaciones de propiedades como las ocurridas en 2019.
«Hay que entender el punto de vista de los que piensan distinto, pero no puede haber una salud para ricos y otra para pobres, terminar con el grado de desigualdades, también hay que realizar un control de las fronteras, pero evitando los desbordes», sostuvo Boric.
En la estrategia para llegar la Moneda fue muy importante el rol que tuvo en la campaña la ex presidenta del Colegio Médico de Chile, Izkia Siches aportando un discurso más amplio -socialdemócrata a, aceptó ella- a la coalición.
«Hubo -entre la primera y segunda vuelta- un par de acontecimientos que creo también pudieron influir desde lo simbólico en el deseo de participación final; y en símbolos de lo pasado y el futuro: la sanción de la ley de matrimonio igualitario (aprobada en al gestión de Piñera, aunque la iniciativa fue de Bachellet), asi como el deceso de la esposa de Pinochet», deslizó el analista, Nicolás Zandoval.
La polarización electoral en Chile refleja dos reclamos: Orden y cambios; pero tal el legado de Andrés Bello (autor del Código Civil chileno): el orden puede ser liberal y los cambios no revolucionarios.
Es el desafío que tendrá la política en Chile, para no perder la senda del progreso.
El presidente electo con su novia asistieron a un programa conducido por el animador Don Francisco.