En el opúsculo «En el cielo y sobre la tierra», el filósofo francés Jean- Luc Nancy planteaba una forma de abordar con los niños el tema de la deidad; un mismo sentimiento que las religiones expresan de diversa manera.
Está en ninguna parte y en todas, pero se trata de una «presencia» muy particular; anuncia el pensador galo sobre Dios; y como el nombre de la canción de Led Zeppelin lanza una escalera al cielo.
Jean-Luc Nancy comienza su pequeño ensayo relacionando a la religión con la mirada hacia las alturas (el «séptimo cielo» era en la Antigua Grecia, la Biblia y el Corán el punto más elevado) pero claro, no se trata del cielo celeste o estrellado que aparece ante nuestros ojos sino el que «vemos» desde el interior. «Al experimentar alegrías, penas, amor, desamor; se siente que hay algo infinito que no se puede poner en ninguna parte», dirá más adelante el autor.
Para adultos no familiarizados con una creencia determinada -o que no buscan inculcarla desde lo dogmático- esta especie de charla puede resultar una pequeña caja de herramientas. Sin incurrir en el debate sobre la existencia o no de un ser supremo, en su primera parte el libro apunta a la especificidad de la relación que puede tener un ser humano con Dios.
Sobre este punto Nancy vislumbra tal nexo como una especie de apertura hacia «algo que está en el mundo distinto a todo lo demás» y que genera un vínculo diferente al que se tiene con los otros seres o cosas del mundo (el escritor recuerda que Alá es una transformación del vocablo de origen semítico El, en el sentido que no se parece a nada)
Históricamente se sostiene en el relato que hay religiones de un solo dios o de cientos de dioses -como la sintoísta en Japón– que pueden estar representados por esculturas en sus ciudades. Respecto al politeísmo en la antiguedad, Nancy aclara que aunque se decía los dioses, ninguno se denominaba dios (Zeus es un dios, Osiris otro, Isis fue una diosa).
Monoteísmo:¿Religiones únicas o complementarias?
¿Cuál es la idea central sobre la divinidad en cada uno de los credos?, se interpela Nancy, pasando a los enunciados.
- Para el Judaismo, Dios es el Justo; el principio es que cada hombre -absolutamente sí mismo, pero relacionado con los demás- en su corazón tiene una medida absoluta de justicia.
- El Dios Cristiano hace centro en el Amor (N de la R: el Padre y Jesús como modelo) a la manera de la relación de un padre con un hijo, es decir que es absoluta ya que no depende de las aptitudes o cualidades del menor de ellos.
- El Dios del Islam, es Misericordia; el hombre reconoce su pequeñez y a la vez la posibilidad de volverse grande.
En todos los casos, se busca que el hombre sea más que simplemente un hombre.
En cuanto a las prácticas de más de una religión, o la fusión de ellas (contestando a la inquietud de un lector), Nancy consideró que es complicado por los ritos o dogmas, más allá de unas experiencias en EE.UU (en este punto distinguió «ser» de una religión de «pertenecer» a una comunidad religiosa).
Desde luego incorporar los tres valores (Justicia, amor y misericordia) más allá de las creencias personales, es algo beneficioso no solo en lo individual, sino fundamentalmente por como se reflejan en el prójimo las acciones producto de tales sentimientos.
Hipótesis
En la parte complementaria del trabajo (*) hubo preguntas de quienes asistieron a la disertación. Subrayamos un par de ellas:
– Habiendo Dios: ¿porque el mal, la injusticia, la falta de amor?
La respuesta fue que Dios crea al hombre libre. «Si se le garantizara por adelantado una existencia perfecta, el hombre no sería libre».
Acerca de si puede decirse que Dios creó el mundo, el autor recurrió a citar la Kábala para abordar la cuestión desde otro punto de vista: La de un Dios que se retira y, al ahuecarse el mundo puede tener lugar…Y propone pensar en Dios como alguien disponible.
- ¿Podemos estar seguros si Dios existe o no?, fue una de las preguntas finales.
- Jamás, en realidad lo que existe es una fidelidad a un vínculo que se vivencia de modo peculiar y singular, como la amistad.
C.R
(*) El libro es la transcripción de una conferencia del autor por la editora Delphine Deveaux.
