ILUMINADOS Y PARTIDOS POR EL RAYO DE LA POLITICA

Un documental de TV5 Monde pasa revista a la histórica relación De Gaulle- Pompidou: De vínculo maestro- discípulo, a la desilusión y la ruptura. La política en carne viva (Por Segundo Figarillo, para Acreditado).

La imagen muestra a Charles De Gaulle en la marcha gloriosa por Les Champs Elysees durante los festejos por la victoria de la Resistencia sobre los nazis; un joven Georges Pompidou observa la escena pleno de admiración. Ahí está su héroe.

A través de la pantalla de TV5 Monde, un documental da cuenta de la compleja relación entre De Gaulle y Pompidou mediante una narradora omnisciente, así como con testimonios de familiares, colaboradores de ambos; el ex primer ministro Edouard Balladour y sobre el final el ex mandatario, Valery Giscard De Estaing.

Aún cuando el informe tenga un par de años, el objeto de esta nota es detectar lo que marca a fuego el talante de un político a través de la relación de dos hombres claves del siglo XX.

Charles De Gaulle, líder de la Resistencia francesa

DE GAULLE: LA DESMESURA DE LA GLORIA; POMPEDOU: EL AZAR Y EL CARACTER

De Gaulle pasa a encabezar el gobierno provisorio de la IV República; Pompidou egresado de la Escuela Normal Nacional busca acercarse a él merced a un conocido en común, le envía una carta en la que se pone a su disposición con la fortuna de poder tiempo después ser recibido por el gran líder de Francia; Pompidou llama la atención del general por la claridad de sus escritos analíticos, pronto pasa a ocupar un cargo secundario en la administración.

A De Gaulle le gusta de Pompedou el optimismo y sus concepciones sobre las cosas; que no anda con demasiados rodeos. «Son personalidades distintas, Pompedou de formación literaria, profesor; De Gaulle un militar victorioso» cuenta Balladour.

Molesto con los límites que le impone la república parlamentaria, De Gaulle da un paso al costado. manifestando su decisión de apartarse de la política. Su discípulo favorito insiste en que retorne a la carrera, siente que su futuro de alguna manera está atado a aquel. Está confiado sobre la rápida vuelta de De Gaulle quien está desanimado, sensación que se ahonda tras los resultados de una compulsa parlamentaria en 1953 (pese a que no puede convencerlo, Pompidou a menudo toma su auto y recorre unos 500 kilómetros para mantener el contacto con De Gaulle, y es un cable a tierra para el general).

Pasa el tiempo y Pompidou decide alejarse de la política, consigue empleo nada menos que como asesor financiero de los Rothschild. «Mi padre no era un experto en finanzas, ni mucho menos, pero se llevaba carpetas de 200 fojas y enseguida tenía claro su contenido», comenta durante el reportaje un hijo de Georges Pompidou.

Gracias a su amistad con Guy Rothschild, Pompidou entra cada vez más en contacto con el mundo empresarial y el glamour de la noche parisina. Pero le sigue picando «el bicho» de la política.

Estalla la crisis por la independencia de Argelia y De Gaulle vuelve al ruedo convocado por el Parlamento, a su pedido Pompedou asume como jefe de ministros en Montignon.

En ese interinato, el delfín de De Gaulle tiene dos grandes aciertos: trabaja en la Reforma Constitucional (que sustituirá el parlamentarismo por un presidencialismo acentuado) y toma medidas económicas que posicionan al franco como una moneda fuerte en el mundo. De Gaulle se convierte en el primer presidente de la Quinta República.

De Gaulle, presidente de la Quinta República.

El Regreso

Cuando De Gaulle llega al Palacio del Eliseo, busca retomar la grandeza de Francia y su peso en Europa, también encarar el conflicto con el movimiento guerrillero que busca la independencia de Argelia.

De Gaulle entiende que nadie lo puede acompañar en esta tarea como Pompidou, quien a la vez siente que con De Gaulle entra a la política grande. Su esposa no quiere que deje su puesto en la Banca para volver a la arena política, pero Georges está decidido, deja de lado la compra de una lujosa casa en París, y continúa rentando su departamento. «Si vuelvo a la función pública no puedo comprar «, confía Pompidou y acepta ser Primer Ministro. «Eran otros tiempos», agrega la locutora.

Pese a sus duras posturas sobre Argelia -incluso antes como opositor- De Gaulle va a encarar el proceso de descolonización; Pompedou encabeza las negociaciones. (N de la R: De Gaulle consigue gran popularidad, cada consulta popular obtiene adhesiones del 80, 90 %).

Georges Pompedou, «en política solo por De Gaulle»; luego dirá que no le importa la politiquería, sino las cuestiones nacionales»

Pero pronto aparecerán las diferencias. Pompedou sigue admirando a De Gaulle, pero marca sus diferencias. Por ejemplo, cuando el general hace un discurso ofensiva hacia el resto de Europa acentuando la peculiaridad del nacionalismo galo; Pompidou deja trascender su malestar con dicha exposición (que había molestado a todo el gabinete). Paso siguiente, conseguirá impedir la condena a la pena capital de un golpista argelino apoyada a priori por su líder. Pompedou deja en evidencia que no está dispuesto a ser un ladero incondicional.

Asimismo el primer ministro contraría el proyecto de participación de los trabajadores en la dirección de las empresas que había aceptado el presidente tironeado por los parlamentarios gaullistas «de izquierda«, es decir Pompedou oficia de pararrayos de una iniciativa que pondría en problemas a la economía gala.

Pampedou, junto a su esposa, momentáneamente alejado de la política.

El desenlace

El punto de máxima tensión sucede cuando De Gaulle está a punto de terminar su mandato y se duda acerca de si se presentará a la reelección o cederá la herencia a su fiel acompañante.

Pampedou desliza ante la prensa que está consultando a una serie de asesores ministeriables , pero poco antes que venza el plazo el general anuncia que será candidato. Pompedeu se siente golpeado, pero aguanta. «El que estaba antes de mí es un incapacitado y el que viene un impostor», es el lema de hierro del discurso electoral y que late en este caso en De Gaulle.

El mismo vuelve al poder muy polémico y las distancias con su discípulo crecen. En Canadá, De Gaulle realiza una declamación muy irritativa alentando una Quebec libre. Pompedou no oculta su desagrado. Las cosas quedan a punto de ruptura; pero falta una cuestión final: La revuelta de Mayo del 68. Estudiantes, obreros, reclaman ser escuchados.(N de la R: nacen slogans como «La Imaginación al Poder») las protestas derivan en algunos casos en incendios y atentados. De Gaulle se va del país temiendo por su vida y las de sus nietos.

Surgen dos vías posibles: La represión a como de lugar, que impulsa De Gaulle, y el desgaste de la protesta hasta que la gente se canse y la opinión pública se les vuelque en contra. Es la postura de Pompedeu que ordena liberar la Sorbona y abre un canal de diálogo. Triunfa esta posición, pero De Gaulle vuelve y tras ser aclamado acepta la dimisión de Pompedou (que semanas atrás habia rechazado).

El ex primer ministro vuelva a la actividad privada, pero pronto es víctima de una operación mediática: un chisme de pésimo gusto -disperso como rumor- que daba cuenta que la esposa del Pompedou asistió a una fiesta alocada, especie de la que el reciente funcionario acusa a su sucesor en Montegnon (Maurice Couve). Lo peor es que Pompedou cree que el mismo De Gaulle ha dejado circular la versión, concurre a verlo y éste niega que sea así, pero tampoco sale en su defensa. Para Pompideu es la gota que rebalsa el vaso; en tanto De Gaulle está cansado; convoca a un plebiscito, lo pierde y se retira creyendo que su ex hombre fiel le jugó en contra. Giscard De Estaing partidario de De Gaulle -que terminará siendo ministro de Finanzas de Pompidou-se reúne con este último quien se perfila para postularse a presidente por la centro derecha.

Es la política en su lado más crudo; en público Pompedou sigue rescatando el valor de De Gaulle como hombre de estado, pero para ambos el vínculo estaba terminado. No se volverían a hablar.

Para Pompedou parece la hora de la «venganza» cuando consigue ser electo para el sillón principal de El Eliséo, pero no podrá gozar ese momento. Su padre político le da la espalda. Muere De Gaulle en su residencia de Colombey-les Deux Eglises y su esposa hace que cierren el cajón antes de la llegada del premier.

Maestro y discípulo terminaron como dos extraños adversarios. Tal si fuera una ley de la política que en el poder grande -lo señala un ayudante del hombre legendario de la Resistencia- solo hay lugar para uno. El telón final cae con una frase en off: «Los dos han puesto mucho de su vida por Francia».

Dimite De Gaulle, tras un intirenato Pompedou es electo presidente, fallecerá en el cargo.

Documental de T5MONDE:

https://revoir.tv5monde.com/toutes-les-videos/documentaires/de-gaulle-et-pompidou-jusqu-a-la-rupture-de-gaulle-et-pompidou-jusqu-a-la-rupture

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