Tras el divorcio del año pasado con Australia, Nole volvió a casarse con «su» Grand Slam

por Claudio Ravini

Diez títulos en el Major de Australia en las diez finales que allí disputó, es el impresionante récord que acaba de conseguir Novak Djokovic tras vencer en la definición -en el Rod Laver Arena en Melbourne- al griego Stefanos Tsitsipas por 7-6, 6-3,7-6,en un match en el que también estaba en juego el N 1 del mundo.

Después del paréntesis de la temporada anterior, producto del conflicto desatado por el rechazo de Nole a la vacuna contra el Covid, el serbio de 35 años volvió al Grand Slam de Oceanía, el que más veces conquistó, de manera que es considerado «su» torneo (como Roland Garros el de Rafael Nadal o Roger Federer el de Wimbledon).

Con la consagración en el Abierto Australiano 2023, Nole igualó a Rafa Nadal en cantidad de Grand Slam (22), y en cuestión de números supera a todos si se incluyen Masters 1000 y ATP Finals (de este último tiene 6 al igual que Federer).

Recuadro de ESPN sobre títulos de Grand Slam

Para esta edición del Australian Open (AO) si bien Djokovic era favorito para la mayoría de los analistas, asimismo estaba el interrogante si Rafael Nadal (aunque no llegaba de la mejor forma) podía retener el título; si se interpondría otro jugador que está en escalada como el a la postre finalista Tsitsipas, el italiano Janick Sinner, los rusos Daniil Medvedev o Andrey Rublev, Casper Ruud o si habría lugar para un «tapado». La baja de Carlos Alcaraz por lesión fue anunciada antes de comenzar.

De todas maneras, Djokovic expuso una superioridad contundente sobre quien se pusieron en el camino, que fueron: el español Carballes Baena; el francés Couacaud (en este partido Nole cedió el único set del campeonato); el talentoso búlgaro Grigor Dimitrov, el local Alex De Miniaur a quien prácticamente borró de la cancha (6-2, 6-1, 6-2) al igual que a Rublev (6-1,6-2,6-4); en semifinales superó al sorpresivo estadounidenseTommy Paul (fue un buen AO para los norteamericanos destacándose también por ej los jóvenes Sebastián Korda y Ben Shelton) y así llegar, Nole, al encuentro decisivo.

Tenis total

En cada cotejo Novak puso a la vista los enormes fundamentos de su tenis. Un servicio muy difícil de quebrar (sea de manera directa o por como construye el punto), un backhand cada vez más contundente como golpe no solo de equilibrio, sino de definición a un solo tiro, sea paralelo o en diagonal, y un drive con el que abre surcos.

A toda esa gana de recursos le suma un factor en el cual es y ha sido insuperable, la flexibilidad no solo para llegar a cualquier tiro sino también para lanzar el contragolpe, o encontrar un drop en el momento exacto.

En la final ante Tsitsipas, tuvo una contundencia extraordinaria con los golpes de fondo, lo que forzaba al griego al error ya que si bien tiene un gran revés es complicado mantenerlo en juego cuando se le busca hacerlo pegar en movimiento a repetición.

Una de las marcas en que es insuperable el serbio es en la cantidad de semanas como N 1 del mundo: 374. La revista de la ATP subraya que si Djokovic permanece en el No.1 hasta la semana del 20 de febrero, igualará el récord de Stefanie Graf como tenista con más semanas en el No. 1 de la historia (hombres y mujeres) con 377. Si el serbio conserva el liderato hasta la semana del 27 de febrero, habrá batido la plusmarca de la alemana.

También arroja un dato acerca de la impresionante dominación que impusieron en el circuito los Big 3 en todos estos años, y una muestra es como el Grand Slam de Asia-Pacífico ha sido un escenario propicio para ello. Djokovic ganó este torneo en 2008, ’11-’13, ’15-’16, ’19-’21 y ’23, Roger Federer en 2004, ’06-’07, ’10, ’17-’18, y Rafael Nadal en; 2009 y ’22.

Entre los tres han ganado en Melbourne Park todas las ediciones salvo dos desde 2004 en las que se quedaron con el título el ruso Marat Safin (2005) y el suizo Stan Wawrinka (2014).

Djokovic campeón, Tsitsipas finalista ; Rosewall (ganador de G Slam de mayor edad) entrega los premios

Sabalenka: El salto que todos esperaban

El circuito de la WTA está que arde. Desde hace algunos años ha alcanzado el cénit en velocidad, potencia y combinaciones increíbles, aunque es inestable en cuanto a permanencia de liderazgos.

Tras el retiro de la australiana Ashleigh Barty (justamente el año pasado tras ganar el Grand Slam de su país), la polaca Iga Swiatek quedó al frente del tour femenino. Sin embargo, muchas jugadoras vienen alternando la obtención o definiciones de grandes torneos: Las españolas Garbiña Muguruza y Paula Badosa, la de Estonia Anett Kontaveit, la griega Maria Sakkari, la francesa Caroline García, la letona Jelena Ostapenko y varias norteamericanas (como la juvenil Coco Gouff, Jesica Pegula y antes Madison Keys).

Pero lo que llamaba la atención es que la bielorusa Aryna Sabalenka no hubiera conseguido aún un Grande.

Su potencia descomunal, su juego ofensivo, su entrega por el espectáculo merecían un título de los supremos. Incluso su compatriota, la consagrada y veterana Victoria Azarenka hace tiempo ha vuelto a batallar para llegar a los primeros planos al punto que fue semifinalista de éste Australian Open.

Sabalenka se desploma de alegría: Su primer Major

El karma de Aryna venían siendo las dobles faltas (hubo partidos en que superó las 20). Cuando no conectaba el primero muchas veces no regulaba el segundo saque y así se la iban partidos en momentos claves.

Esta vez con la madurez de sus 24 años todo fue prefecto para ella; desde hace tiempo viene haciendo un trabajo mental para minimizar errores y explotar sus aces.

Otra cosa que hizo -a diferencia de Victoria Azarenka y la ya retirada María Sharapova– fue no gritar tanto al pegarle a la pelota.

Justamente si se le puede buscar algún símil a Sabalenka en el estilo de juego es con la espigada rusa, aunque Aryna tiene un carácter más accesible y amistoso respecto a sus competidoras del tour que Sharapova. Si consigue mantener el balance de sus golpes la podría superar (aunque aquella sumó 5 coronas de G S).

Sabalenka y Rybakina, las finalistas del AO, buena onda entre ellas

Contundencia

No le fue fácil a Sabalenka alcanzar su primer Grand Slam, tuvo que vérselas en la final con Elena Rybakina la representante de Kazajistán (aunque nació en Rusia) campeona vigente de Wimbledon.

Una final en la que tuvo que dar vuelta un 4-6 del primer set en el que su rival quebró el saque dos veces contra una.

El partido se planteaba con peloteos cortos por tratarse de verdaderas artilleras. Aryna con un quiebre en el segundo y otro en el tercer set le alcanzó para marcar la diferencia y sellar el marcador con un 4-6, 6-3 y 6-4. La ganadora concretó 17 aces y ¡50 winners!

Con este título Aryna quedó N 2 del mundo. Si a la contundencia le agrega confianza no va a ser fácil frenarla.

Para escalar a la final, Sabalenka se impuso -sin perder ningún set– a Martincova, Rogers Mertens, Bencic Vekic y a la imprevista polaca Linette.

El primer Grand Slam del año pudo ser la plataforma para relanzamiento de Aryna Sabalenka, que quizá ni soñaba con este presente cuando a los seis años en Minsk pasó con su padre (jugador de hockey sobre hielo) cerca de una cancha de tenis y decidieron probar.

Por ahora, déjenla festejar.

Aryna Sabalenka, campeona de singles del AO
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