¿Porqué Carlitos Alcaraz marca tendencia en la «nueva era», a la que estuvo dedicada la nota anterior de Acreditado?
Tras ganar el Masters 1000 de Indian Wells, considerado hace tiempo como el «quinto Grand Slam», el español de 19 años volvió al N 1 del mundo, lugar en el que continuará si retiene el título del torneo que se viene en Miami (del que tampoco podrá participar Novak Djokovic ,desp)azando por ahora de la cima por el último campeón del USOpen.
El murciano se quedó con el máximo trofeo del BNP Paribas Open en California sin ceder ningún set, algo que no ocurría desde que ganó el certamen Roger Federer en 2017. Es otra vez N 1 del mundo, mientras Nadal salió por primera vez del top ten después de 18 años.

Contundente
Quiebre en el primer game de devolución del partido, quiebre al comienzo del segundo set. Carlos Alcaraz ayer con esas dos estocadas inclinó a su favor la final de Indian Wells en la que impuso un dominio abrumador sobre el ruso Daniil Medvedev que venía de una racha de tres torneos ATP ganados en fila.
El resultado (6-2 y 6-3) reflejó con fidelidad lo que ocurrió en el match definitorio.
«El límite de Carlos Alcaraz es Carlos Alcaraz porque es una mezcla de los tres miembros del Big 3″, encabezó su comentario para Marca, el cronista Javier Solsona.
El español regresó a la cima del tour con un aspecto que es cada vez más típico en sus victorias: Toma distancia en el score, a veces se distiende un poco (algo que no ocurrió en la víspera) y en los momentos que el rival se acerca aprieta el acelerador.

En las claves de como se impuso a Medvedev, está la esencia de porque Alcaraz lidera la que llamamos en la nota anterior la «nueva era»:
1). Alcaraz restó el servicio del ruso que estaba intratable (en este campeonato y los anteriores) poniendo la bola con profundidad y hasta con ¡tiros ganadores de devolución! algo muy difícil con la velocidad de los saques en el tour.
2) Neutralizó la potencia del espigado Daniil cambiando los ritmos y obligándole a fallar. Esta es una especificidad de Alcaraz que consigue neutralizar tiros que a cualquier otro les resultan imposibles y o lo lleva al error (muchas veces con efectos de drive) o define sea con el revés a dos manos potente.
3). Alcaraz tiene un dominio perfecto de los espacios y la aptitud física para minimizar la posibilidad del adversario a recurrir al factor sorpresa.
4) Los drops manejados de manera brillante (al punto que un game lo obtuvo casi por completo por esas dejadas inalcanzables para Medvedev).
5) Un plus de concentración al comienzo de los sets y en los puntos decisivos de cada game, algo sobre lo que machaca constantemente su coach, Juan Carlos Ferrero.

Esos fueron los fundamentos por los cuales no se dio el partido parejo que se esperaba teniendo en cuenta el récord de éste año con el que llegaba Medvedev a quien perjudicó -por su estilo de juego- el intenso viento que ayer se hizo presente en el court enclavado en el desierto californiano.
En semifinales el ruso había dado cuenta de Frances Tiafoe en un duelo emotivo porque viniendo siempre de atrás el moreno norteamericano con la potencia de sus golpes -especialmente el drive que sale como empalao- logró emparejar algunos tramos y poner una dosis de dramatismo levantando al público en su intento de llevar el partido a un tercer set lo que finalmente no ocurrió.
En la otra semi, Alcaraz superó a Jannik Sinner desnivelando el español en los momentos importantes, mientras el italiano demostró cierta fragilidad para sostener el ritmo del partido.

Nadalito
Alcaraz es el primer consagrado en tres Masters 1000 (Miami, Madrid, y Indian Wells) antes de cumplir 20 aniversarios.
Hace un par de años, cuando explotó el niño maravilla se dijo estar en presencia de un «nuevo Nadal» teniendo en cuenta la nacionalidad de la estrella emergente.
Esta semana en que Alcaraz retiene el liderazgo del circuito (que confirmará si defiende el título de Miami que arranca pasado mañana) Rafael Nadal pasa al puesto 13 del ranking, y por primera vez sale de top ten desde abril de 2005. Para equiparar esa locura de récord, Alcaraz debería mantenerse entre los diez primeros hasta 2040
Damas en la cima

En el tenis de mujeres hace tiempo existe una transición a un juego que combina potencia con la obtención de ángulos que parecen correr los límites de la geografia.
Ayer la final fue entre las dos mejores jugadoras del momento la kazaja (aunque nació en Rusia) Elena Ribakyna y Aryna Sabalenka de Bielorusia, al punto que habían jugado la final del Grand Slam de Australia (podríamos decir que está terciando quien permanece como N 1, la polaca Iva Swiatek (cedió en Indian Wells ante Rybakina) seguida de jugadoras de gran nivel aunque más irregularidades, como Sakkari, las españolas Muguruza y Badosa, la francesa Caroline García, la estona Annet Kontaveit entre otras.
En esta oportunidad Rybakina se impuso a Sabalenka por 7-6 (11) y 6-4. El partido fue muy entretenido, con mucha tensión en el tie break marcado por las dobles faltas (especialmente de Aryna). Una caída anímica de la bielorusa al inicio del segundo set, la dejó break abajo y de ese traspié no se pudo recuperar. Rybakina consiguió estabilidad dominando desde su servicio y con tiros laterales ante lo cual cedió el juego espectacular de Sabalenka dinamitada al cierre luciendo algo discordinada producto del desgaste de su propia potencia.
De este modo, Rybakina se desquitó de la final del AO y al final en la entrega de premios fue el carisma de Sabalenka (que de todos modos queda como N 2 del ranking WTA) el que puso la nota.
Cuando Rybakina (que no suele ser demostrativa) mencionó que Aryna le había ganado las cuatro veces anteriores y esta vez le tocó a ella, la simpática bielorusa sacó la lengua y se acercó al micrófono y dijo «me encargaré que sea la última» (ver abajo). Y a Elena se le destapó una sonrisa más grande que cuando consiguió el último punto sobre el cemento de Indian Wells.

