Aquel encuentro con Kodama en San Martín: «No sé porque sorprende que Borges haya elegido morir lejos de la Argentina»

Más allá de sus oficios de profesora, traductora y escritora; en la figura de María Kodama -quien falleció ayer a los 86 años– siempre aparecía en primer plano haber sido la última compañera de vida de Jorge Luis Borges.

En ocasión de cumplirse los treinta años del fallecimiento del autor de El Aleph, en junio de 2016; Kodama disertó en la Biblioteca Popular del partido bonaerense de General San Martín. Y tras su exposición, respondió numerosas preguntas.

En ese encuentro, la viuda de Borges fue dura acerca del tratamiento que se hace en la Argentina de sus personajes destacados, así como comentó anécdotas y curiosidades sobre el genio literario.

Se conocieron en los 60 en unas sesiones de literatura inglesa y se casaron en 1986

Cuando alguien le preguntó porque Borges eligió Ginebra (Suiza) para morir, Kodama respondió:

«Es que de acá echaron a todos. Sarmiento murió en Paraguay, San Martín en Boulogne Sur Mer, Rosas en Southampton, Moreno quizá huyendo en altamar. ¿Qué hicieron con Favaloro?.. Recuerdo que cuando yo venía de un viaje a París, leo  una entrevista que le habían hecho a Bernard, este hombre decía que a él no tenían nada que agradecerle, sino a René Favaloro, quien había hecho el by pass…Llego a Ezeiza y leo en un diario que se había suicidado. Alguien que operaba aún a quienes no podían pagar, destratado por el secretario de un político…»

Y luego, consultada por éste cronista aludió a cuando una revista (Gente en ese caso) publicó una foto de Ricardo Balbín en terapia intensiva agonizando, algo que había espantado a Borges.

En relación al vínculo de Borges con el medio de comunicación más masivo, la televisión (ahora habría que ponerlo en duda), más allá que Kodama conoció al autor consagrado cuando ya era ciego, comentó que la única vez que él estuvo frente a un televisor fue cuando el hombre llego a la luna. Como había perdido la vista me iba pidiendo que le narrara lo que estaba sucediendo. Nunca tuvo televisión. Sí escuchaba noticias de actualidad y se enteraba de cuestiones del mundo literario.

-¿Cuál es su obra preferida de Borges? consultó a Kodama la colega Silvia Vázquez del blog Las Musas Despiertas (que reflejó también el evento).

-Las Ruinas Circulares -respondió continuando con una anécdota-:  “Siendo niña encontré una revista en la que leí: «Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado...» Seguí hasta el final, no entendí nada, pero había una fuerza en ese cuento que me atrapó para siempre». 

Borges le contó que escribió ese cuento en una semana, en la casa de la calle Anchorena. «Durante esos días salía con mis amigos, trabajaba en la Biblioteca, caminaba solo, comía, pero lo único que quería era volver a escribir ese cuento. Nunca, ni antes ni después, pude escribir un cuento con la intensidad con la que escribí ese cuento”, le dijo a Kodama.

-¿Quedaron obras inconclusas de Borges?, consultó un asistente al evento.

-Sí, una que le habían pedido “Para salvar a Venecia” y otra que es un prólogo para un libro de Egipto.

Borges y Kodama en New York

¿Borges tuvo muchos amigos?

-Sí, de distintas épocas -respondió Kodama-, amigos como Mastronardi, Mujica Láinez, Mallea, Victoria y Silvina Ocampo, en su momento Bioy Casares (sobre quien la expositora dijo haber quedado desilusionada con algunas manifestaciones de Bioy a las que Borges ya fallecido cuando fueron publicadas, no pudo confrontar)… Las amistades van variando con el tiempo. Ninguna amistad es para siempre, salvo en casos maravillosos como regalo del destino.

¿Qué pensaba JLB sobre la novela como género?

-No le interesaban las novelas. La novela para él eran una serie de cosas, imperfecciones, y a él le gustaba la precisión, como disparar una flecha a un centro. Y ésto se consigue en un poema o un cuento.

Una última opinión que se le pidió a Kodama fue sobre el Martín Fierro como libro nacional (inquietud también relacionada con lo local ya que el autor, José Hernández, era de San Martín, localidad anfitriona de esa reunión).

Poco «diplomática», reflexionó la visitante: «Tendríamos que haber elegido una obra de Sarmiento, ya que del Martín Fierro se han tomado como serios los consejos del Viejo Vizcacha. Si se hubiera tomado otra obra como cabecera quizá hubiera sido otra la idiosincrasia de éste país».

Addenda: Creencia compartida en el más allá

La escritora reveló que compartía con el autor de Ficciones una creencia sobre el más allá. “Nosotros hablábamos de la teoría de los eones, según la cual hay un mundo espiritual paralelo al nuestro, en el que algunos eones

quieren investigar cómo es la vida terrenal, que no es la suya, y quedan castigados en la Tierra hasta que otro eón se lo lleva con él. Es muy linda la teoría. Él y yo somos dos eones”. Vista así, la muerte de Kodama constituye un reencuentro con el hombre que amó (cierre de una nota de Daniel Gigena publicada en La Nación)

Las autoridades de la Biblioteca de San Martín le entregaron a Kodama la reproducción de un poema enmarcado que Jorge Luis Borges le había dedicado a ella.

Homenaje en la biblioteca de San Martín

LA LUNA

A María Kodama

Hay tanta soledad en ese oro.

La luna de las noches no es la luna

que vio el primer Adán. Los largos siglos

de la vigilia humana la han colmado

de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.

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