Una buena propuesta para el verano es ver las dos temporadas de The Morning Show, serie de la que anunciaron el lanzamiento de la tercera etapa durante el presente año.

The Morning Show le permite al espectador asomarse a las entretelas de un programa de breaking news y entrevistas de una de las principales cadenas televisivas de los Estados Unidos.

La hoguera de vanidades, la lucha por llegar y permanecer en un mundo reservado para pocos y la búsqueda de los periodistas por imponer una visión frente a las necesidades empresariales cuya principal preocupación pasa por el rating en medio de una competencia feroz, son tópicos presentes en los veinte capítulos (dos temporadas) que lleva la serie emitida por Apple +.

El primer episodio arranca con el despido de Mitch Kessler (interpretado por Steve Carell), denunciado por actos inadecuados que tienen que ver con el acoso sexual hacia integrantes del equipo del programa.

Tal situación produce el rompimiento de una dupla exitosa por quince años que aquel venía integrando con Alex Levy (en la piel de Jeniffer Aniston), y es ella la que asume realizar el anuncio a los televidentes.

En tanto, su compañero desplazado observa desde su casa como se presenta la noticia -acompañado de asesores legales del canal UBA y procede a romper con un bate los televisores del living alegando que fueron relaciones consentidas («sexo casual, no violé a nadie», grita) y que en varias ocasiones fueron las productoras y asistentes las que lo buscaron. La escena concluye con la esposa pidiéndole el divorcio.

Gran parte de la primera temporada estuvo dedicada a los enfoques que tienen que ver con los cambios de los vínculos en el ámbito laboral, como dejaron de tolerarse comportamientos al parecer antes frecuentes -sobre todo en la industria del espectáculo-, la influencia del movimiento # Me too; la hipocresía con que se actuaba, aunque también aparece el riesgo de ambiguedades o la tergiversación de hechos por venganza.

La cuestión alcanzará uno de los puntos más álgidos cuando la coordinadora de talentos Hanna Shoenfeld (la actriz es Mbatha- Raw) estando en una misión periodística junto a Mitch siente hacia él una mezcla de admiración y humillación cuando terminan enredados en una relación circunstancial que más adelante tendrá derivaciones trágicas; apareciendo también que uno de los jefes máximos, Fred (expulsado cuando trasciendan los acontecimientos) negoció con ella una especie de ascenso a cambio de silencio.

Alex no titubea cuando comunica las razones de la salida de Mitch, pero a la vez pronto se sabrá que mantenían relaciones íntimas entre ambos (y luego esporádicamente se seguirán viendo). A la vez, en el entorno del programa eran bastantes conocidos los approach de Mitch, pero se hacía la «vista gorda» ante el conductor exitoso. Entre las mujeres que se refieren al hostigamiento, van desde la que desliza que fue seducida por el hombre famoso, la que sostiene que cedió por sentirse condicionada en su futuro, hasta otra que optó por renunciar.

A medida que se le cierran las puertas, Mitch aunque está seguro de su talento e insiste en diferenciarse de la figura del abusador (lo que se evidencia en un diálogo con un actor que quiere justificarlo), no puede parar el camino hacia la autodestrucción, pese a que intenta ser salvado por una admiradora que lo incita a escribir su testimonio.

En los días que explota el escándalo, la cronista Bradley Jackson (Reese Witherspoon) hace la cobertura para un canal de cable regional de un conflicto por una mina de carbón, su tono agresivo y protagonismo hace que la desplacen de la señal -donde iba perdiendo espacio-, pero su personalidad explosiva provoca la reacción de miles de usuarios en las redes.

Esa repentina popularidad hará que una recelosa Levy la entreviste, instancia en la que la chica aparecerá espontánea, defendiendo su condición de periodista. «Solo estoy para informar, la verdad es lo que importa«:responderá Bradley ante la consulta sobre como se arreglaba con sus opiniones en una cadena de tendencia muy conservadora.

Lo concreto es que Bradley será propuesta para ser la compañera de pantalla de Alex Levy, un vínculo que iniciará con la desconfianza de esta última, que tendrá idas y vueltas, pero se irá afianzando a partir de un ensamble exitoso que les permitirá perseguir metas comunes como mantener ciertos principios del oficio en medio de sucesivos vendavales.

Quien impulsa a Bradley será Cory Ellison, presidente de la división de noticias (encarnado en Billy Crudup), tan ambicioso como creativo, que consigue sobrellevar el huracán interno desatado por el affaire Mitch (por el que paga su superior). «La tragedia de un hombre puede ser la oportunidad para el otro», expresa en un diálogo con Levy, y su aliado circunstancial, Charlie Black (protagonizado por Mark Duplass).

El instinto de Cory quedará en evidencia cuando durante la pandemia (segunda temporada) consolide una tendencia anterior: convertir al canal de TV en una multiplataforma, proveyendo el contenido -y generando material especial y hasta privilegiado- para streaming.

Entre paréntesis, cuando Hanna Shoenfeld va a buscar a Bradley para llevarla al programa, esta última le pregunta como la ubicaron en el suburbio donde está la casa de su madre.

–Somos The Morning Show, podemos hace lo que sea– contesta la productora.

«Chip» Blak también tendrá un rol destacado como productor, en principio siempre en tensión para no quedar fuera de juego por las intrigas, luego se apartará a vivir una vida más tranquila cuando detona la crisis interna (tras un suicidio), y regresará al ruedo para asistir a Alex (quien también se había tomado un respiro tras entrar en un pico de tensión) en un vínculo complejo de sentimientos en vilo.

Raza y cancelación

De absoluta vigencia son otros aspectos que se despliegan en la serie. Como el del periodista y master en ciencias políticas negro, Desean Terry (representado por Daniel Henderson), quien suele ocupar un lugar ante las cámaras los fines de semana y demostró su actitud en importantes despliegues periodísticos. Sin embargo, pese a aparecer como posible coequiper de Alex, o pasar a ser una figura principal, va quedando postergado lo que lo lleva a tomar una drástica decisión respecto a su carrera. Dar por cumplido su ciclo en el canal; la asistente, Getty (Karen Pitman), también afroamericana lo trata de convencer insuflándole confianza y tratando de hacerle entender que su caso puede ser ejemplo para otros similares . Desean está convencido que su relegamiento tiene que ver -al menos de modo tangencial- con la cuestión racial.

Relacionado con este ítem, un suceso paradójico que pone en evidencia como el racismo puede alcanzar diversas manifestaciones, ocurre cuando la nueva gerenta de noticias de UBA, de semblante oriental, Stella Bak (Greta Lee) es agraviada en la calle con epítetos, entre otros relacionados con el coronavirus, lo que produce la reacción del periodista encargado de las columnas sobre meteorología Yanko (Néstor Carbonell) quien trompea al agresor, pero resulta que un traseunte lo filma dado lo cual la misma Stella tiene que sancionarlo.

También se aborda la llamada «cultura de la cancelación» cuando el propio Yanko en el día de la marmota esboza de manera inocente un término (animal espiritual) que afecta a un conjunto de personas, por lo que le obligan a pedir disculpas.

A propósito de Yanko, el mismo mantiene una relación sentimental con Claire (Bel Powley), una asistente bastante menor que él, están enamorados; pero dados los «nuevos vientos» que corren le pide a ella que el vínculo se mantenga fuera del ámbito laboral para aventar rumores y no tener problemas.

Dos perfiles de mujer

El rol de Bradley Jackson presenta cierta peculiaridades, como su origen humilde dentro de una familia difuncional (la madre abandonada y el hermano con problemas de drogas); sus coqueteos con otra periodista Laura Peterson (por Julianna Margulles) pondrán en el tapete en que medida el lesbianismo puede blanquearse a los ojos del público y de la empresa.

Con su carácter desbordante, Bradley consigue abordar temas sociales complejos, hacer preguntas incómodas, e interpelar tanto a Mitch (a quien va a ver a espaldas de Alex), como a una denunciante en su intento de descubrir los rincones ocultos del asunto.

En tanto Alex, tiene las complejidades de una mujer que ha alcanzado la cima a costa de su vida familiar, lo cual aparece por ejemplo cuando tiene un cruce con su hija que va a reclamarle por el vínculo distante que tiene para con ella, a diferencia de la que mantiene con su padre; entonces luego de darle muestras de su cariño la madre termina reaccionando de manera intempestiva, diciendo que a fin de cuentas gracias a su trabajo es que puede permitirse el modus vivendi que poseé.

De todos modos, pese a su aparente frialdad, Levy se permite cierta sensibilidad que le cuesta manejar por el temor a que siempre alguien le esté «moviendo el piso».

Entrará en desesperación cuando se entere que se está por publicar un libro sobre su vínculo con Mitch y viajará a ver al periodista cancelado para pedirle que se interponga y salvar su reputación; pero al regreso se encontrará con la amargura que le tenía deparado el destino a su ex coequiper. .

Cerca del final, mientras va saliendo del Covid y aún desde el encierro, en una columna para el on line de la señal (que puso en marcha Cory y con la asistencia técnica de Chip), Alex Levy hace una confesión que la pinta de cuerpo entero: «Se que todos piensan que soy egocéntrica, y si, lo soy…Creo que el mundo dejará de existir cuando muera. ¿Hay alguien que perciba al mundo desde otro lugar que no sea el propio cuerpo?«

Todas las actuaciones son de primer nivel y no faltan razones para esperar con ansias la tercera temporada que podría estrenarse a mediados de éste 2023.

Claudio Ravini (para Acreditado)